- El universitario saharaui se encuentra en huelga de hambre y ha sido hospitalizado.
- CEAS-Sáhara recuerda al ministro que cuando era Magistrado de la Audiencia Nacional concretó en un Auto que España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental y le pide que actúe en base a derecho.
- El estudiante afirma que es un activista político perseguido y que si es enviado a Marruecos le espera la cárcel.
Alfonso Lafarga.-
La presidenta de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara), Maite Isla, ha pedido al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que paralice la deportación del estudiante saharaui que el pasado 23 de junio pidió asilo político en el Aeropuerto de Bilbao y que está previsto sea enviado a Marruecos esta tarde.
El estudiante saharaui, de 23 años, que se declaró en huelga de hambre el pasado miércoles, ha sido hospitalizado esta madrugada, según informa EITB. Estudiante de Derecho en la Universidad de Agadir, afirma que es un activista político perseguido, que teme por su vida y que si es enviado a Marruecos le espera la cárcel.
La Audiencia Nacional rechazó ayer, jueves, tomar medidas cautelares ante el recurso interpuesto a la denegación de asilo de la Delegación del Gobierno y desde su llegada el joven saharaui permanecía en la sala de no admitidos del aeropuerto vizcaíno.
La presidenta de CEAS Sáhara indica en una carta al ministro del Interior que si el estudiante es enviado a Marruecos supondría “un serio y grave riesgo para su persona al ser deportado a un país que ocupa el territorio del Sáhara Occidental y que considera que defender el legítimo derecho de autodeterminación para ese territorio comporta años de cárcel”.
Afirma que el joven activista sufre el “acoso de las autoridades marroquíes” por defender lo que las Naciones Unidas reconocen, el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental.
La dirigente de CEAS recuerda al ministro que hay precedentes de casos similares que al ser deportados a Marruecos ingresan directamente en la cárcel, como fue el caso en 2019 de Husein Amadour, también universitario, que al ser deportado tuvo una condena de 12 años de prisión.
Explica Mite Isla que estamos ante un caso más de activistas universitarios que han padecido y padecen el acoso y hostigamiento del régimen marroquí por reivindicar la libertad, el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, la excolonia española ocupada por Marruecos desde 1976 y considerada por la ONU como un territorio no autónomo pendiente de descolonización. “Optar por estudiar en la Universidad conlleva abandonar el Sáhara y desplazarse a Marruecos, una tierra hostil para un activista saharaui”, concreta.
La responsable de las asociaciones solidarias españolas recuerda al ministro que cuando era Magistrado de la Audiencia Nacional, hace catorce años, concretó en un Auto que “las resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y los informes de su Secretario General, la Potencia administradora del Sahara Occidental sigue siendo España, aunque lo sea de “iure” pero no “de facto”.
“Le solicitamos que interceda para resolver favorablemente este caso por ser de justicia, y actúe en base a derecho para paralizar esta deportación que pone en riesgo la vida de este activista saharaui de DDHH”, pide Maite isla al ministro del Interior.