A pesar de los intentos de perturbación, la iniciativa pretende poner de relieve a los presos políticos y las violaciones de derechos humanos
Equipe Media
La «Marcha por la Libertad», organizada por Claude Mangin, esposa del activista saharaui Naâma Asfari, ha ganado un creciente apoyo entre la opinión pública internacional. Sin embargo, esta iniciativa humanitaria, que denuncia las condiciones de detención de decenas de presos políticos saharauis en cárceles marroquíes, se enfrenta a campañas de difamación e intentos de perturbación.
Según fuentes cercanas a los organizadores, grupos respaldados por las autoridades marroquíes planean realizar una contramanifestación frente al Ayuntamiento de Ivry, un municipio conocido por su defensa de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Simultáneamente, se está difundiendo por internet información engañosa para empañar la imagen tanto del Ayuntamiento como de los defensores de la causa saharaui.
Claude Mangin, cuyo esposo cumple una condena de 30 años en una prisión marroquí tras lo que Amnistía Internacional describe como un «juicio injusto», busca exponer «lo que Marruecos ha estado ocultando durante décadas». Informes de la ONU y de ONG confirman que Naâma Asfari, al igual que muchos otros saharauis, sufrió arresto arbitrario y tortura sin recibir un juicio justo.
En una entrevista exclusiva con Equipe Media, un miembro del comité organizador declaró: «La ocupación marroquí quiere silenciarnos, pero cada paso de esta marcha es una victoria contra el olvido. El mundo debe escuchar la verdad». Añadió: «Contra estas maniobras, solo la presión internacional puede salvar a los detenidos y obligar a Marruecos a respetar el derecho internacional».
La marcha comenzará este domingo desde Ivry-sur-Seine, pasando por varias ciudades francesas y españolas antes de llegar a Marruecos en mayo. Su objetivo es alertar a los gobiernos y a la ONU sobre el sino de los presos saharauis.
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