Mbarka, una niña saharaui de 8 años, llegó a Córdoba en julio del año pasado para ser tratada de una enfermedad oncológica. En los campos de refugiados su patología era imposible de abordar, pero en el hospital Reina Sofía tienen mucha experiencia en el tratamiento de este tipo de enfermedad. De ahí, que la Asociación Cordobesa de Amistad con los Niños y Niñas Saharauis (Acansa) decidiera solicitar la evacuación a Córdoba por motivos sanitarios.

Tras dos meses de numerosos trámites, el traslado contó con el visto bueno del Fondo de Cooperación al Desarrollo del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el del Gobierno de España, que fue quien autorizó su visado. Beatriz Sánchez, secretaria técnica de Acansa, y su compañera Rocío, que tienen acogida a Mbarka, resaltan que ha sido la primera vez que esta asociación ha trabajado para traer a un paciente menor con un enfermedad oncológica, pues aunque dentro del programa Vacaciones en paz, se han realizado en veranos anteriores actuaciones sanitarias con los pequeños, pero han sido por patologías menos complejas.

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