Marruecos ha suspendido todo contacto con Alemania por «malentendidos profundos sobre cuestiones fundamentales» que no precisa. Ya hizo lo mismo en 2014 con Francia y en 2016 con la Unión Europea. El enfado duró pocos meses.
Por Lehbib Abdelhay /ECS
Bruselas, (Bélgica). El Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, ha emplazado al Gobierno marroquí y todos sus representaciones a «suspender todo contacto» con la Embajada de Alemania en Rabat. Una crisis diplomática podría estar relacionada con un caso de espionaje o con la postura discordante de Berlín en lo que respecta al Sáhara Occidental.
Esta carta firmada por Nasser Bourita está dirigida al Jefe de Gobierno y a todos los miembros del Gobierno. El objeto es «la suspensión de todo contacto con la embajada alemana en Rabat».
En este caso, nada se indica sobre el motivo de la ira marroquí, salvo «profundos malentendidos sobre las cuestiones fundamentales del Reino de Marruecos«.
Bourita indica que «se ruega a los departamentos ministeriales y a todos los organismos que están bajo su supervisión que suspendan todo contacto, interacción o acción cooperativa, en cualquier caso o en cualquier forma, tanto con la embajada alemana en Marruecos como con la cooperación alemana organizaciones y fundaciones vinculadas a ella». Las excepciones requieren un acuerdo previo explícito del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El documento, al que ECSAHARAUI tiene acceso, no explica los motivos de la orden, aunque la cuestión de la antigua colonia española del Sáhara Occidental podría estar tras la misma, ya que Berlín defiende «una solución política justa, duradera y aceptada por las dos partes bajo los auspicios de las Naciones Unidas como salida del problema.
Además, fue Alemania la que impulsó la convocatoria de una reunión a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad el pasado 21 de diciembre para estudiar la cuestión del Sáhara Occidental tras el estallido de la guerra.
La prensa marroquí especuló sobre los motivos que han inspirado esta drástica decisión. Menciona desde una trama de espionaje alemán hasta la colocación de la bandera del Frente Polisario, durante unas horas, en la fachada del Parlamento regional de Bremen (Alemania). Un miembro del Gobierno de Rabat reconoció en privado que ignoraba las razones concretas que estaban detrás de la tensión diplomática.
Según el portal marroquí Yabiladi indicó que esta crisis «podría tratarse también de una respuesta a una «sospecha de espionaje». «Berlín habría enviado informantes para recopilar información muy sensible» sobre Marruecos.