📎 Anexo: Declaraciones íntegras de Staffan de Mistura tras la resolución 2797 (2025)
Traducción al castellano desde Bruselas, 5 de noviembre de 2025
Tras la adopción de la Resolución 2797 el pasado viernes, y después de haber estudiado sus distintos elementos, he llegado a la conclusión de que ha llegado el momento de formular algunas observaciones, especialmente porque sé que varios de ustedes esperaban con curiosidad estos comentarios.
En primer lugar, la Resolución 2797 es importante. Lo es no solo por su contenido, sino también porque refleja una energía y una determinación internacionales renovadas para resolver un conflicto que dura desde hace cincuenta años. No habíamos visto un impulso similar antes. Este nuevo dinamismo es particularmente pertinente hoy. Como ya dije a algunos Estados miembros, la Secretaría de Naciones Unidas a veces puede compararse a un velero: posee la experiencia necesaria para llegar a buen puerto, pero para ello necesita un viento fuerte y constante, es decir, un compromiso serio por parte de uno o más miembros del Consejo de Seguridad y más allá.
La Resolución 2797 es el resultado de un compromiso muy proactivo del país redactor, bajo la dirección del Dr. Massad Boulos y del embajador Mike Waltz, así como de otros miembros interesados del Consejo, incluidos —y me atrevo a decirlo— aquellos que se abstuvieron o no participaron en la votación. Todos han contribuido de una manera u otra a este resultado.
La resolución, en sus párrafos cuidadosamente redactados, establece —y quiero insistir en ese término— un marco para las negociaciones. No prescribe un resultado predeterminado, porque, como siempre, una solución duradera solo puede surgir de negociaciones realizadas de buena fe. Hay que recordar que participar en unas negociaciones no implica necesariamente aceptar de antemano su resultado: lo fundamental es estar plenamente implicado en ellas.
¿Dónde nos encontramos ahora? Esperamos con interés que Marruecos presente el contenido de un plan de autonomía ampliado y actualizado, tal y como solicité en mi intervención ante el Consejo de Seguridad del 16 de octubre de 2024 y como Su Majestad el Rey Mohammed VI anunció en su reciente discurso.
Teniendo en cuenta el sólido apoyo y el mandato sustancial que la Resolución 2797 otorga al Secretario General y a su Enviado Personal, nuestro plan de seguimiento consistirá, primero, en invitar a todas las partes a presentar sus propuestas y sugerencias. Esto permitirá a la ONU elaborar un programa general de conversaciones directas —o indirectas, si fuera necesario— sobre las cuestiones más importantes. Naturalmente, tomaremos como base para estas negociaciones el plan marroquí de autonomía de 2007, tal y como precisa la resolución, y esperamos poder integrar pronto la versión ampliada de dicho plan, así como el documento del Frente Polisario y otras ideas relevantes mencionadas en el texto, que permanece abierto a toda propuesta constructiva.
Por último, y también en nombre de mi amigo y colega Jean-Pierre Lacroix, secretario general adjunto, quiero expresar nuestra satisfacción por la extensión del mandato de la MINURSO hasta octubre de 2026. Esta prórroga contribuirá, sin duda, a crear la atmósfera de estabilidad necesaria para acompañar las negociaciones venideras.
En conclusión, ahora comienza el verdadero trabajo: aquel que debe llevar a una solución mutuamente aceptada a este conflicto que dura ya medio siglo. Cuento con las partes y con los miembros del Consejo de Seguridad para que permanezcan comprometidos en todo momento a fin de preservar la dinámica positiva actual.
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