El Minuto | Cuando en el año 2006 un investigador social asumía el estudio sobre un pueblo africano muy rico el cual sufría violación de los derechos humanos y saqueo de sus riquezas, se marcaba en el Perú una cruzada por la solidaridad y defensa de un pueblo feudalizado. La República Árabe Saharaui Democrática se hizo conocer localmente de modo humanista a partir del impulso de aquel estudioso -autor de este artículo- quien hoy celebra con muchos el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre su país y aquella nación.
Escribe: Gary Ayala, Director de El Minuto en Perú
El Sahara Occidental se ubica en el norte de África en la orilla del Océano Atlántico, está invadido por el reino de Marruecos desde 1975, tiene casi 600 mil habitantes que viven cercados por un muro de 2,720 kilómetros de extensión y tres metros de alto con cerco minado; otros casi 250 mil saharauis huidos viven como refugiados en el desierto argelino de Tinduf donde está instalado el gobierno de la RASD. Sus habitantes hablan el castellano.
La riqueza natural de este pueblo está en los yacimientos de fosfatos entre los cuales está el más grande del mundo (Bucraá); los bancos de peces considerados los mejores del Atlántico; las grandes reservas petroleras y gasísticas; la arena industrial llevada a Europa; y piedras preciosas de la familia de los diamantes como la circonita, entre otros. Todo explotado por el invasor, mientras los saharauis sobreviven en lamentables condiciones en pleno siglo XXI, en la era del bitcoin y de las redes digitales de permanente mutación.
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Origen: Diplomacia con Humanismo, Perú reivindica a la RASD | El Minuto