Birlehlu (Sáhara Occidental) – (ECSAHARAUI)
Por Lehbib Abdelhay /ECS Cumbre UA
El decimocuarto período extraordinario de sesiones de la cumbre de la Unión Africana (UA) para lanzar la Zona de Libre Comercio en el continente (ZLECAF) y Silenciar las Armas, arrancó ayer con la participación de los 55 estados miembros de la UA. El presidente de la República Saharaui participó en la cumbre con un discurso que adjuntamos a continuación:
«En el nombre de Dios el Misericordioso
Honorable presidente Cyril Ramaphosa, presidente de la República de Sudáfrica y presidente de la Unión Africana. Honorables Jefes de Estado y de Gobierno, Excelentísimo Señor Musa Faki Mahamat, Presidente de la Comisión de la Unión Africana (…).
Señoras y señores jefes de delegación …
Para comenzar, quisiera expresar mi agradecimiento y felicitaciones al Presidente de la Unión Africana por velar por la implementación de los planes y decisiones de la cumbre, al servicio de África y sus pueblos, a la luz de la situación excepcionalmente difícil resultante de la propagación de la pandemia de la Covid-19.
En este contexto, quisiera agradecer al Presidente de la Comisión de la Unión Africana y su delegación que le acompaña. Y si el tema de esta cumbre es “Silenciar las armas: crear las condiciones adecuadas para lograr el desarrollo en África”, la RASD lamenta informarles del estallido de un enfrentamiento armado entre la RASD y el Reino de Marruecos, desde el pasado 13 de noviembre, como consecuencia de la flagrante, y declarada, violación del acuerdo del alto el fuego por parte de este último, su total incumplimiento de sus obligaciones, su veto al Proceso de Paz de la ONU/UA y su continúa política expansionista hacia otras partes del territorio nacional saharaui.
Condenamos en los términos más enérgicos la nueva agresión llevada a cabo por el Reino de Marruecos contra nuestra soberanía nacional y su continua ocupación militar de partes de nuestro territorio nacional y el intento de confiscar el derecho de nuestro pueblo a la libre determinación y la independencia, lo que constituye una flagrante violación de la legitimidad internacional, especialmente el Acta Constitutiva de la Unión Africana y la Carta de las Naciones Unidas.
No hay inconveniente en recordar que la comunidad internacional, representada por organizaciones internacionales y continentales, diversos tribunales y otros, reconoce que Marruecos es una potencia ocupante y reconoce el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre determinación e independencia desde la década de 1960, y la naturaleza jurídica de la cuestión saharaui como un caso de descolonización.
El consenso africano sobre una solución africana al conflicto se ha logrado desde la década de 1980, y un comité de expertos, integrado por jefes de estado africanos, trabajó durante cinco años y unas diez reuniones a nivel de cumbre, con el fin de implementar en su forma definitiva la Resolución 104 adoptada por la Organización de la Unidad Africana en el año 1983. Esta resolución fue presentada por la República de Senegal, en nombre de África, a la Asamblea General de las Naciones Unidas, que a su vez la aprobó en 1984 y 1985, como piedra angular del plan de arreglo ONU-UA de 1991.
El pueblo saharaui respondió y cooperó con toda sinceridad en estos esfuerzos políticos, y tiene la voluntad y el deseo sincero de establecer una paz permanente y justa en la región y África. Pero le sorprendió, no solo que la comunidad internacional no cumpliera sus promesas, no solo la negación del Reino de Marruecos de sus obligaciones, sino el abierto intento francés de influir en el Consejo de Seguridad para desviar el Proceso de Paz de su objetivo original y, en consecuencia, tratar de violar el derecho legítimo e inalienable de nuestro pueblo a establecer plenamente su Estado en su suelo nacional.
Todo ello, sin olvidar las continuas prácticas coloniales de la potencia ocupante marroquí en las zonas ocupadas de la RASD, ya sea que se relacionen con las graves violaciones de los derechos humanos contra civiles indefensos, que hoy, en las condiciones de la pandemia de la Covid-19, son sometidos a una represión sistemática y un grave abandono, comparable al intento de un exterminio. En un momento en que los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes enfrentan todo tipo de tortura e indiferencia.
La potencia ocupante (Marruecos) continúa con el saqueo masivo de los recursos naturales del Sáhara Occidental y alienta a otros países extranjeros en un esfuerzo por establecer el status quo, encarnado en una ocupación militar ilegal por parte de un estado africano de partes de las tierras de otro país africano.
La RASD no solo existe en un estado de legítima autodefensa y su soberanía nacional, sino que se encuentra en un estado de desesperada defensa de los principios de la Unión Africana, claramente definidos en su ley fundacional, que prohíbe el uso o amenaza del uso de la fuerza entre los estados miembros. Por ello, pide a la Unión Africana que asuma su responsabilidad e intervenga para poner fin a esta peligrosa violación marroquí, que es un precedente, si no disuadido, supondrá una amenaza inminente para los países del continente africano, ya que amenaza con socavar el pilar básico de la paz, la seguridad y la estabilidad en es región, que es el principio de respetar las fronteras existentes al lograr la independencia.
Damas y caballeros…
El conflicto entre la RASD y el Reino de Marruecos es sobre todo una cuestión africana. La Unión Africana no solo es socio de las Naciones Unidas en los esfuerzos por solucionar el conflicto saharaui-marroquí, sino que es directamente responsable por acelerar la solución de este problema africano y acabar con las últimas manifestaciones del colonialismo en el continente, como objetivo fundamental comprometido por los padres fundadores, y que la propia UA elogió en su histórica declaración de 2013. Con motivo del cincuentenario de la fundación de la organización continental, con énfasis regular en las cumbres y decisiones de la Unión Africana sobre la necesidad de encontrar soluciones africanas a los problemas africanos.
La política de expansión, agresión y ocupación de tierras ajenas por la fuerza militar obstaculiza los esfuerzos del continente por silenciar las armas. De ahí que la RASD, miembro fundador de la Unión Africana, y ante la extrema gravedad de esta nueva agresión marroquí, exija, de forma urgente, obligar a nuestro vecino, el Reino de Marruecos, a adherirse plenamente a los objetivos y principios de la ley constitutiva que firmó y ratificó, sin demora, tras su incorporación a la Unión Africana, mediante la puesta en fin de su ocupación militar ilegal de partes de nuestro territorio nacional.
Ese es el camino de la justicia y la legitimidad, y es el camino correcto que garantiza la paz y la estabilidad en esa región, y contribuye a lograr nuestro objetivo todos nosotros de crear las condiciones adecuadas para lograr el desarrollo integral en nuestro querido continente.» Brahim Ghali.
Gracias y la paz sea con ustedes.