Por Ahmed Zain.
ECS. Madrid. | Un multilateralismo severamente neutralizado por Washington en estas últimas décadas fue desempolvado por el mismo Washington que antaño, con su influencia, lo debilitó hasta niveles inermes. La invasión rusa de Ucrania obligó a Estados Unidos a invocar una histórica resolución en la Asamblea General de la ONU, que votó abrumadoramente a favor de condenar la invasión con 145 votos contra 5. Pero Estados Unidos ha estado durante medio siglo despreocupado por las instituciones multilaterales como es el caso de la invasión marroquí del Sáhara Occidental y la ocupación Palestina. ¿Qué tan creíble es el regreso del multilateralismo en el marco de su batalla hegemónica? Seis décadas después de la crisis de Cuba, la instalación de misiles vuelve a tensar las relaciones entre Rusia y EE.UU, que usa a la OTAN como proxy. La historia nos dice que durante los años más candentes de la guerra fría el multilateralismo vivió un auge, ¿volverá a ocurrir lo mismo ahora? ¿Hay espacio para la diplomacia convencional en sus arrolladores intereses geopolíticos y económicos?
Occidente ante Ucrania: dosis de multilateralismo y derecho internacional selectivo.
Tanto en los círculos diplomáticos como mediáticos, la votación de dicha resolución condenando la invasión rusa, dada la diferencia de votos, fue celebrada como un aplastante éxito de Occidente liderado por EE.UU contra la Rusia de Putin. Partiendo de esa lógica, si Occidente puede reclamar una derrota rusa aquí, a partir de una perspectiva más amplia se podrá inferir que los Estados Unidos han quedado humillados sobre las votaciones de los conflictos de Medio Oriente, el bloqueo a Cuba, la ocupación israelí de Palestina y la invasión por Marruecos del Sáhara Occidental, que la Asamblea General votó en 1979 con 83 votos a favor exhortando a Marruecos a poner fin a su ocupación militar.