En Rabat una guerra civil hasta ahora larvada ha estallado con consecuencias aún imprevisibles, en mitad de conspiraciones, secretos y alianzas con la vista puesta en la sucesión de Mohamed VI. Las dos agencias de inteligencia del reino se han declarado en armas: por un lado, la Dirección General de la Supervisión del Territorio (DGST), la inteligencia interna, liderada por Abdellatif Hammouchi; y, por otro, la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), la inteligencia exterior, bajo el mando de Yassine Mansouri, amigo cercano del rey Mohamed VI desde la infancia.
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