El joven saharaui que permanece desde hace 12 días retenido en el aeropuerto de Bilbao se ha declarado en huelga de hambre, según han avanzado a El Independiente fuentes de su entorno, en plena cuenta atrás para su deportación a Marruecos. El activista universitario tomó a última hora de ayer la decisión de no ingerir más alimentos en señal de protesta. El activista -nacido en El Aiún, la capital de los territorios ocupados del Sáhara Occidental- aterrizó en el aeropuerto vasco el pasado 23 de junio procedente de Marrakech y solicitó asilo político en España, por ahora denegado y pendiente de resolverse sus últimos recursos.

Desde entonces está bajo vigilancia policial permanente, privado de libertad. Tras hacerse público su caso, el joven se declaró en huelga de hambre a última hora de este miércoles. Según otras fuentes saharauis, esta mañana, al padecer mareos y sufrir una gran debilidad, ha sido examinado por un equipo médico de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud. Tras el chequeo el personal sanitario le ha sido diagnosticada una bajada de glucosa, aunque no se ha decretado su traslado a un hospital. El joven se encuentra «muy débil», según agregan desde su círculo más cercano.

Durante una comparecencia de los responsables de Zear Errefuxiatuak este miércoles, que están impulsando la defensa de este caso, se afirmó que el joven se encontraba en buen estado. Señalaron que en estos 12 días había recibido apoyo y alimentación, al parecer procedente de la compañía aérea. Una complicación de su estado de salud podría afectar al devenir del caso.

La posible deportación, aplazada

Estas fuentes aseguran también que en ningún caso el activista saharaui habría recibido hasta la tarde de este jueves ninguna notificación de deportación.

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