Por Lehbib Abdelhay /ECS
Birlehlu | ECS
Señor Secretario General,
El estado ocupante de Marruecos tiene la intención de incluir los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental en las elecciones legislativas marroquíes programadas para la primera quincena de septiembre de 2021.
El Frente POLISARIO, único y legítimo representante del pueblo saharaui, y el Gobierno de la República Saharaui (RASD) condenan y rechazan firmemente este proceso ilícito porque constituye una violación absoluta del estatus legal del Sáhara Occidental como Territorio No Autónomo en espera de un proceso de descolonización bajo la responsabilidad de las Naciones Unidas.
La presencia marroquí en el Sáhara Occidental es una ocupación militar ilegal como lo afirma la Asamblea General de la ONU en sus resoluciones 34/37 de 1979 y 35/19 de 1980, entre otras. Por lo tanto, todas las acciones emprendidas por el estado ocupante de Marruecos, ya sean políticas o de otro carácter, son esencialmente prácticas coloniales impuestas por la fuerza y, por lo tanto, no tienen legitimidad y no pueden tener ningún efecto sobre el estatus legal del Sáhara Occidental.
El Frente POLISARIO recuerda que, de conformidad con la resolución 690 (1991) del Consejo de Seguridad y las resoluciones posteriores, el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) es celebrar un referéndum libre y justo sobre la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental.
Por lo tanto, el único voto al que el pueblo saharaui debe ser llamado en la actualidad, es a través de las urnas en un referéndum de autodeterminación organizado bajo la supervisión de Naciones Unidas en línea con las disposiciones del Plan de Arreglo ONU-OUA que fue aceptado por ambas partes en conflicto, el Frente POLISARIO y Marruecos, y aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU en sus resoluciones pertinentes.
La realización de elecciones en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental sobre los que Marruecos no tiene soberanía, es un ejercicio que rechazamos con vehemencia porque busca involucrar por la fuerza a los ciudadanos saharauis en un proceso que no les afecta, que está organizado por una ocupación militar ilegal cuyo historial está repleto de graves violaciones de los derechos humanos fundamentales del pueblo saharaui.
Señor Secretario General;
Durante casi tres décadas continuamos comprometidos con la solución pacífica y ejercemos la máxima moderación para salvaguardar el alto el fuego a pesar de las continuas provocaciones y acciones desestabilizadoras del estado ocupante de Marruecos y sus persistentes intentos de imponer un hecho consumado por la fuerza en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
En este sentido, podemos citar solo algunas de las graves infracciones cometidas por el estado ocupante de Marruecos frente a las cuales Naciones Unidas y la MINURSO siempre han optado por hacer la vista gorda o mirar para otro lado: la represión en curso contra los civiles saharauis y activistas de derechos humanos; modificación de la naturaleza demográfica del Territorio mediante políticas de asentamiento intensivas; saqueo de nuestros recursos naturales; apertura de los denominados “consulados” de estados extranjeros; celebración de elecciones, conferencias internacionales y eventos deportivos; y la imposición de leyes y jurisdicción marroquíes en todo el Territorio, incluido su espacio marítimo.
Como hemos subrayado en varias ocasiones, es la ausencia de una posición sólida, inequívoca y firme por parte de la Secretaría de la ONU y el Consejo de Seguridad respecto al desprecio de Marruecos por su mandato y las decisiones de las Naciones Unidas en relación con el Sáhara Occidental lo que ha envalentonado a que el estado ocupante persista, con total impunidad, en acciones tan ilícitas e imprudentes que están poniendo en peligro la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región.
En consecuencia, desde el 13 de noviembre de 2020, el Territorio del Sáhara Occidental está siendo testigo de acontecimientos muy graves debido a la violación por Marruecos del alto el fuego de 1991 y los acuerdos militares relacionados así como su agresión en el Territorio Liberado del Sáhara Occidental, que ha llevado al colapso del alto el fuego y al estallido de la guerra nuevamente en la región.
Ante el nuevo acto de agresión marroquí, que continúa con total impunidad, no nos ha quedado más remedio que ejercer nuestro derecho a la legítima defensa. Al respecto, reiteramos que, si bien mantenemos nuestro compromiso con una paz genuina y duradera basada en los preceptos de la legalidad internacional, nunca renunciaremos a nuestro derecho inalienable e innegociable a la autodeterminación e independencia, y seguiremos haciendo uso de todos medios legítimos para defender nuestros derechos y la soberanía de nuestro país.
La inacción y el silencio ensordecedor de las Naciones Unidas ante la continua ocupación militar ilegal de partes del Sáhara Occidental por parte de Marruecos es lo que ha envalentonado al estado ocupante para persistir en sus acciones ilegales e imprudentes que podrían tener las consecuencias más graves para la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región.
Por lo tanto, le pedimos que intervenga de inmediato y tome todas las medidas necesarias de acuerdo con la autoridad que le confiere la Carta de las Naciones Unidas y las decisiones pertinentes de la ONU para obligar al estado ocupante de Marruecos a poner fin a sus acciones ilícitas y provocadoras en los territorios ocupados saharauis y preservar la condición jurídica del territorio como componente cardinal de la responsabilidad de las Naciones Unidas con el Sáhara Occidental y la descolonización de la última colonia en África.
Le agradecería que tuviera a bien señalar la presente carta a la atención de los miembros del Consejo de Seguridad.
Le ruego acepte, señor Secretario General, las garantías de mi más alta consideración.
Brahim Ghali. Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática y Secr. Gral. del Frente Polisario.
Origen: El Presidente de la RASD envía una carta al Secretario General de la ONU.