Bir Lehlu (Repùblica Saharaui), 18 de abril de 2022 (SPS)-. El Presidente de la República Saharaui, Sr. Brahim Gali, advirtió que ningún proceso de paz será posible mientras la potencia ocupante marroquí continúe con total impunidad, cometiendo atroces actos y reprimiendo civiles saharauis y activistas de derechos humanos en las ciudades ocupadas saharauis.
El Jefe de Estado en una misiva enviada hoy al Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Antonio Guterres, trasladó la màs enérgica condena de las autoridades saharauis a los atroces actos e inhumanos llevados a cabo recientemente por el estado de ocupación marroquí contra civiles saharauis y activistas de derechos humanos en las Zonas Ocupadas.
El mandatario saharaui se refirió en particular al trato brutal y humillante a un grupo de mujeres y activistas saharauis el pasado sábado cuando intentaban visitar la activista de derechos humanos Sultana Sid Brahim Ibrahim Jay-ya y su familia en la ciudad ocupada de Bojador.
Las fuerzas de seguridad marroquíes rodearan este fin de semana los domicilios de mujeres y activistas para impedirles que vayan a saludar a la activista saharaui y expresarle su apoyo en ese mes de Ramadàn , mes de solidaridad y cordialidad.
El también Secretario General del Frente POLISARIO hizo un llamado al Secretario General para activar acciones y medidas prácticas y uso de mecanismos de protección internacional, incluido el establecimiento de un mecanismo independiente y permanente de las Naciones Unidas para proteger los derechos humanos en las Zonas Ocupadas saharauis.
Cabría recordar que el presidente de la República había enviado dos cartas similares al Enviado Personal del Secretario General de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, y la actual Presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU, Representante Permanente del Reino Unido ante Naciones Unidas, Embajadora Bárbara Woodward.
En el Sahara Occidental, la situación de los derechos humanos es alarmante. Marruecos ha “militarizado” las ciudades ocupadas.
Desde la ruptura del Alto el fuego, “Marruecos ha desatado una frenética campaña de represión, persecución y acoso a activistas de derechos humanos y sus familias. Secuestro, detención arbitraria, allanamientos de casas. Maltratos, vigilancia, arrestos, torturas y desapariciones. Restringe la libertad de movimiento de activistas y profesionales de los medios de comunicación, además del deterioro de las condiciones de los presos civiles saharauis en las cárceles marroquíes .Pobreza extrema, privaciones, marginación y racismo”.
Todo esto sucede ante una comunidad internacional amnésica y una España sin moral y principios, y las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas, encabezadas por la Cruz Roja Internacional se miran para otro lado.
Es hora de que la ONU y su consejo de seguridad hagan honor de su nombre y principios.SPS/099/090/TRD