El reencuentro de los menores saharauis con sus familias navarras: “El lazo que hemos creado es brutal, Leftan ya es de nuestra familia”

El reencuentro de los menores saharauis con sus familias navarras: “El lazo que hemos creado es brutal, Leftan ya es de nuestra familia”

 

Orkoien acoge la llegada del programa Vacaciones en Paz, con el que los niños y niñas saharauis disfrutarán de dos meses en Navarra

Leftan va a pegarse el verano entero en la piscina, a remojo, una de las cosas que más les gustan a los niños y niñas saharauis que pasan el verano en acogida. Poder bañarse en un tanque de agua es un lujo que en el desierto, en la nada en la que están obligados a vivir los saharauis, no se pueden permitir.

 

Leftan vive en el campamento de Dajla, un asentamiento alejado de los otros cuatro, y este será su tercer verano de acogida en casa de Mikel Almandoz y Nerea Sáez. Tiene 10 años y ayer aseguraba estar muy contenta de volver a estar en Navarra.

“Para ellos yo creo que es fundamental que vengan y para nosotros también está siendo una experiencia muy bonita. Al final el lazo que se crea es brutal y ya es parte de nuestra familia”, ha comentado este miércoles Nerea, tras la llegada de la pequeña.

De hecho, este pasado mes de abril, esta vecina de Pamplona viajó a los campamentos de refugiados saharauis, a casa de la familia de Leftan, donde pudo comprobar la cruda realidad en la que llevan sobreviviendo casi 50 años.

“La verdad que me quedé en shock con las condiciones en las que viven, no pensaba que me iba a afectar tanto, pero viene bien conocer su realidad de primera mano para entender también la importancia que tiene el programa Vacaciones en Paz”, ha señalado.

 

Vacaciones en Andosilla

Unai, Salmu, Aicha y Maite posan en Orkoien antes de poner rumbo a Andosilla.

Unai, Salmu, Aicha y Maite posan en Orkoien antes de poner rumbo a Andosilla. UNAI BEROIZ

Para Unai López Garaikoetxea y Maite Azcona García el verano ha comenzado este mismo miércoles, con la llegada de Salmu y Aicha, dos menores saharauis que pasarán su tercer verano en Navarra, más concretamente en Andosilla.

No son familia, Salmu vive en el campamento de Bojador y Aicha en el de Auserd, pero son amigos desde que hace dos años coincidieron de acogida en casa de Unai y Maite, que también han participado como voluntarios de ANAS en la llegada de los txikis.

“Llevamos días preparando todo y con nervios y ganas de que llegasen”, ha relatado Unai, que ha asegurado que tanto ellos como los pequeños están “muy contentos con la acogida”.

“Ahora toca disfrutar del verano en Andosilla, en la piscina y también haremos algún plan con los amigos y alguna salida a la playa, que a los txikis les encanta”.

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