El Sahara no es un conflicto olvidado: es un conflicto ocultado – La Nueva España

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El Sahara no es un conflicto olvidado: es un conflicto ocultado – La Nueva España

Otra actividad sobre el Sahara en la Semana Negra de Xixón, esta vez en la carpa de encuentros.

Mesa redonda: «El Sahara, tan violentamente dulce». Con José Ignacio Algueró Cuervo, Álex Zapico y Alberto Suárez Montiel. Presentó y moderó María Luengo.

El profesor José Ignacio Algueró Cuervo hace tiempo que escribió su tesis doctoral y publicó en formato de libro: «El Sahara y España». Claves de una descolonización pendiente. Pero sigue siendo actual.

Desde que el pueblo español tuviera conocimiento del cambio de postura del presidente del Gobierno sobre la vía para solucionar el conflicto del Sahara Occidental, surgió una pregunta: ¿quién está detrás de ese apoyo a la autonomía dentro de Marruecos como la base «más seria, creíble y realista» para solucionar un «diferendo» que lleva más de cuarenta y cinco años enturbiando las relaciones entre España y Marruecos?

Alberto Suárez, en su condición de presidente de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, explicó algunos pormenores del tránsito de opinión del Gobierno español, considerado por muchos como una traición, y en todo caso contrario al derecho internacional.

También se señaló al lobby promarroquí en el que se han visto como protagonistas Felipe González, María Teresa Fernández de la Vega, Zapatero, López Aguilar, José Bono, en aras de sustentar el cambio de posición y abandono de los líderes del PSOE respecto a los derechos del pueblo saharaui a la independencia.

El Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra (que significa Acequia Roja) y Río de Oro cumplía en mayo los 50 años de su primera acción armada.

Desde el nacimiento del Frente Polisario hasta la actual influencia decisiva del espionaje «Pegasus», que tal vez habría sido determinante para el cambio brusco y visceral de posicionamiento del presidente del Gobierno Sánchez hace un año, hay medio siglo de ignominia, de intereses empresariales, de chantajes y de incumplimientos de las promesas y resoluciones. 50 años atrás había una enorme presión internacional para que se descolonizara el territorio africano. La ONU exigía la descolonización a través de un referéndum de autodeterminación de la población local, que es lo que sus resoluciones defienden hasta la fecha. Han pasado 50 años, muchas personas saharauis han muerto y siguen sufriendo el exilio y la represión y la consulta no se ha producido.

Fotoperiodistas como Álex Zapico, o autoridades europeas como eurodiputadas o sanadoras a abogadas, siguen siendo expulsados de los territorios ocupados ilegalmente, para que no vean.

En ausencia de cámaras y testigos, el «Equipe Media» realiza una labor heroica para mantener la información.

Se ha hablado hoy de nuevo de cómo es el arrope y acompañamiento de la sociedad civil, de las familias que comparten con niñas y niños en el verano, que visitan los campamentos de refugio, quienes propician la sobrevivencia de miles de personas, en un acción sostenida que no es asistencial, que es política y de la que depende todo un pueblo del desierto.

El profesor Algueró dice que el pueblo saharaui ha recibido la segunda gran puñalada de un Gobierno español (en referencia al giro de Pedro Sánchez) y resiste en las condiciones más duras imaginables.

En vía contraria está la solidaridad popular: prácticamente ninguna provincia española carece de una asociación de solidaridad con el pueblo saharaui, hay como 200. Sus campañas de sensibilización, solidaridad, ayuda humanitaria y cooperación internacional son conocidas.

Tampoco faltan personalidades de la vida social y cultural que han asumido un compromiso personal con la causa saharaui, multiplicando su eco mediático. Cabe resaltar, en este sentido, al actor Javier Bardem, que produjo el documental «Hijos de las nubes, la última colonia», dirigido por Álvaro Longoria. Sin olvidar el trabajo de Silvia Munt, que escribió y dirigió el cortometraje documental «Lalia», premiado con un «Goya».

La descolonización del Sahara, sí, sigue pendiente, y el Estado español es responsable de que se produzca.

España como potencia administradora del territorio que es sigue teniendo pendiente asumir las obligaciones que le impone el derecho internacional.

El lunes 17 de julio hay otra fecha y otra tesitura sobre las aguas territoriales del Sahara: se da por finiquitado el negocio pesquero ilegal entre Europa y Marruecos.

El Tribunal General de Justicia de la UE anuló los acuerdos de pesca y asociación porque incluían al Sahara Occidental, que no pertenece a Marruecos, sin que su población autóctona haya sido consultada.

Ahora buscarán trampas y componendas, pero la ilegalidad es manifiesta en el expolio pesquero, y algo similar ocurre con la oferta de Pedro Sánchez para que Marruecos comparta Mundial de fútbol (con Portugal y España) y pueda así tratar de normalizar la colonización y ocupación: para eso programa uno de los partidos en el antiguo Villa Cisneros, Dajla, territorio saharaui.

El Sahara no es un conflicto olvidado: es un conflicto ocultado