Por Lehbib Breica (Exembajador Saharaui)
Madrid (ECS).- El 18 de marzo pasado El Gabinete Real marroquí anunciaba la recepción de una carta dirigida al rey Mohamed VI por el Presidente del Gobierno español Pedro Sánchez en la que daba a conocer el nuevo giro radical de la postura de España de apoyar la “autonomía” marroquí considerándola “la base más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto del Sahara Occidental. Seguidamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, publica una nota de prensa en el mismo sentido.
El diario digital, El Independiente; escribía el 21 de marzo, tres días después en un artículo “Anatomía de un despropósito de la diplomacia española” que la citada misiva ha pillado “a la diplomacia española con el pie cambiado”. No tenían “copia” cuando se la pidió a la Moncloa y “la noticia”, les ha sorprendido.
El citado digital relataba que dos horas después de divulgar la Casa Real marroquí el comunicado, la Moncloa publicaba el suyo que no mencionaba el Sahara Occidental. Y tres horas y treinta minutos más tarde, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares convocaba en la precipitación una rueda de prensa en Barcelona en la que asumía el contenido de los tres comunicados.
Se ha hablado que esa misma tarde el ministro Albares ha tratado de contactar a su homólogo argelino, Ramtan Lamamra que se encontraba en avión viajando a China para informarle del nuevo cambio de postura de España con respecto al Sahara Occidental.
El anuncio por la Casa Real de Marruecos y no por la Presidencia del Gobierno español de la misiva que no ha sido consultada con los partidos políticos ni con los socios del gobierno de coalición de Pedro Sánchez les ha dejado perplejos además de provocar un gran revuelo en los medios de información y en la opinión pública en el Estado español.
La ‘carta’ que no ha divulgado ninguna de las partes, la publicaría El País, el 23 de marzo, abriendo un aluvión de críticas por autores, gramáticos, diplomáticos retirados y medios de información que se sorprendieron por los “términos lacerantes” de una misiva plagada de errores gramaticales y ortográficos llegando a calificarla algunos de “chapuza sintáctica”. Una carta impropia de un Primer Ministro.
El 27 de marzo, cuatro días después, Miguel González, el autor de la publicación escribía en la edición del domingo del mismo diario un artículo titulado “la carta de Sánchez a Mohamed VI: escrita en francés y bajo presión”. Sostiene que la misiva que se ha publicado en español cuatro días antes no es el texto original sino una traducción del texto francés que fue consensuado. “Cada punto y cada coma fueron objetos de consultas”. Se negoció entre Madrid y Rabat, “cada párrafo” hasta la extenuación. Y las negociaciones que culminaron con el “pacto epistolar” de ese texto habían comenzado ocho meses antes, incluso antes de que se sustituyera a la ministra Arancha González Laya en julio de 2021.
Asegura que “cuando finalmente se acordó el texto en francés” del que reproduce estos extractos : “Nos deux pays sont inextricablement liées par des affections, une histoire, une géographie (…) Je suis convaincu que les destins de nos deux peuples le sont aussi», “se tradujo literalmente” al español “por temor a que cualquier interpretación no contextual reabriera la discusión”. Y al ser el texto original en francés y el español una mera traducción literal. Ésta se ha publicado sin necesidad de pasar por “el filtro de la edición del periódico”.
Hay varios elementos que no sólo cuestionan ampliamente que la citada carta fuera consensuada, sino que ponen en entredicho su misma existencia
Recibir Albares “de visita en Barcelona el 18 de marzo, el aviso de su homólogo marroquí” de que “la Casa Real iba a difundir los principales párrafos de la misiva” un poco antes de su publicación, seguido de una nota de prensa del Ministerio de Exteriores marroquí, obligando a la Moncloa a publicar su propio comunicado y al ministro español convocar una rueda de prensa en la precipitación para asumir los tres comunicados, pone en entredicho que la misiva haya sido consensuada.
Por otro lado, el autor del artículo parece confundir un comunicado conjunto que se discute entre dos partes y después de aprobado se publica reflejando las posturas de sus gobiernos respectivos respecto a determinados asuntos de índole bilateral o internacional con una misiva cuyo contenido incumbe exclusivamente al Jefe del Ejecutivo español. No se concibe que los negociadores españoles se sientan con sus homólogos marroquís para consensuar una carta que enviará el Presidente del gobierno español al rey de Marruecos. No sabemos cómo acogerían Moncloa y Exteriores esas aserciones, pero es motivo para que se alarmen.
Desplazarse los negociadores marroquíes a Madrid o los españoles a Rabat para ayudarse mutuamente en la redacción de una carta en francés que enviará Pedro Sánchez a Mohamed VI en un asunto puramente de soberanía española nos parece inconcebible.
El articulista habla de que las negociaciones que culminaron con el “pacto epistolar” duraron ocho meses, pero no parece que hayan sido del todo exitosas, puesto que el mismo sostiene que el ministro español desde que tomó posesión de su cargo en julio de 2021 su homólogo marroquí Burita le dio el “plantón” en septiembre 2021 en la Asamblea General y dos meses después en Barcelona.
Origen: ¿Escribió El Majzén la carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI?