- El rey Felipe VI se limita a señalar que la solución para el conflicto saharaui tiene que ser «aceptable», una formulación diferente a la usada en la última década.
- La última vez que intervino el monarca en la ONU, en 2016, se defendía la «libre determinación» del Sáhara Occidental, un concepto eliminado por Sánchez en 2019.
El rey Felipe VI ha sido el encargado de representar la posición de España ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Con el foco internacional principal en la situación de Gaza, el monarca ha abordado también otros conflictos. Como es habitual en los discursos de estas sesiones se ha incluido el Sáhara Occidental. Y en sus palabras se han introducido algunos cambios respecto a años anteriores.
«Pienso en las numerosas Operaciones de Mantenimiento de la Paz en la región, a las que mi país contribuye de manera decidida. Es el caso del Sáhara Occidental, donde España seguirá apoyando al enviado personal del Secretario General de Naciones Unidas para alcanzar una solución aceptable y concorde con las normas y el marco de Naciones Unidas», ha dicho textualmente Felipe VI este miércoles.
Desde la carta enviada en 2022 por Pedro Sánchez al rey de Marruecos, Mohamed VI, la posición española ha variado sustancialmente. En esa misiva, y declaraciones posteriores, se apuntaba a que la propuesta de autonomía realizada por Marruecos para la solución del Sáhara Occidental era la «base más seria, realista y creíble» para poner fin al conflicto. Un giro que fue ampliamente criticado por prácticamente todo el arco parlamentario español y que provocó una ruptura con Argelia.
También rompió relaciones con el Gobierno de Sánchez el Frente Polisario. Esta organización está reconocida por la ONU o la justicia europea como el único representante legítimo del pueblo saharaui a nivel internacional. Es decir, es una de las partes que negocia en Naciones Unidas es Marruecos, la otra parte, el Polisario, que se opone a la autonomía y apuesta por la independencia. Entre la autonomía y la independencia hay una disputa, y la propuesta inicial para solventarla apostaba por la libre determinación. Una consulta para que la población saharaui decidiera su futuro político.
El enviado personal del secretario general de la ONU, actualmente Staffan De Mistura, al que ha apelado Felipe VI precisamente, se reunió hace pocos días con el secretario general del Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali, en los campamentos de población refugiada saharaui de Tinduf, en Argelia.
El discurso de Felipe VI ante la ONU, según indicaron fuentes de Moncloa, es coordinado con el Gobierno. La eliminación del término «mutuamente» es una novedad en lo transmitido últimamente. De hecho, el ministro de Exteriores José Manuel Albares lo usó en el mes de abril en una comparecencia ante los medios junto a su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en el mes de abril.
El discurso de Felipe VI tiene lugar además en un contexto en el que Marruecos ha presionado al PP de manera reciente por la invitación a su último Congreso del delegado del Frente Polisario en España. En paralelo hay una corriente vinculada al PSOE, representada entre otros por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que está avalando a una organización crítica con el Polisario. Se llama Movimiento Saharaui por la Paz y según el CNI funciona como «pantalla» de los servicios secretos marroquíes. Además se han integrado como observadores en la Internacional Socialista de manera reciente, la cual es presidida por Sánchez. El Frente Polisario goza de un estatus superior en la organización, el de miembro consultivo.
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