Por Lehbib Abdelhay/ECS
Madrid (ECS).- La variante ómicron ha puesto de nuevo encima de la mesa la desigualdad en el reparto de las vacunas por parte del gobierno de coalición de España. Mientras el gobierno español acelera las donaciones de vacunas a América Latina y el Caribe a través del mecanismo COVAX, en los campamentos de refugiados saharauis prácticamente no se ha vacunado nadie. Solo el 0,56 por ciento de los refugiados saharauis ha recibido la vacuna contra la Covid-19. A los campamentos han llegado unas 38.200 dosis. Ninguna procedente de España.
Según las cifras oficiales, hasta el 26 de septiembre de 2021, se han registrado 1.748 casos positivos y al menos 69 personas han fallecido por covid-19 desde el inicio de la pandemia. El gran reto, sin embargo, es saber hasta qué punto las cifras son representativas de la realidad: las malas infraestructuras y los pocos recursos impiden que pueda tener una radiografía perfecta de la situación pandémica. Este aspecto también es una barrera para las campañas de vacunación.
Según el gobierno de Pedro Sánchez, España se ha comprometido a donar un total de 22,5 millones de las vacunas autorizadas en la Unión Europea y utilizadas en España, de las cuales al menos 7,5 millones se destinarán a países iberoamericanos. Las donaciones se canalizan a través de COVAX – un mecanismo coordinado por GAVI, la Alianza para las Vacunas, la Coalición para la Innovación en la Preparación contra Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) -, con el apoyo logístico de UNICEF y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en línea con la voluntad de España de articular una respuesta multilateral a la crisis provocada por la COVID-19.
Según la nota del gobierno publicada en su página web, España, a través del trabajo conjunto y coordinado de los Ministerios de Exteriores y Sanidad, realiza estas donaciones de vacunas en estrecha coordinación con la UE y sus Estados miembros en el marco del Team Europe – Equipo Europa, que hasta el momento han contribuido con casi 3.000 millones de euros a COVAX y comprometido la donación de 200 millones de dosis. En ningún momento el gobierno de coalición ha destinado vacunas, o mencionado, la situación humanitaria que se vive en los campos de refugiados saharauis.
España se ha negado hasta ahora a proporcionar vacunas a una población prioritaria en la estrategia diseñada por el Ejecutivo a principios de este año. En el plan, que ha regado ya con 6,5 millones de dosis once países de América Latina y Marruecos, los saharauis son citados expresamente. Pero, hasta el momento, son los grandes ausentes. A pesar de las peticiones de las autoridades saharauis, la representación del Frente Polisario en España y las Asociaciones de apoyo al pueblo saharaui, España se ha negado a enviar vacunas o sueros.
La decisión del gobierno de coalición vulnera los principios establecidos en el plan de acceso universal diseñado a principios de año por los ministerios de Exteriores y Sanidad y que ya se está implementando, una vez que la vacunación de la población nacional supera el 79 por ciento y se registran excedentes de vacunas.