Según informes, Fadel ahora se enfrenta a una deportación forzada a los territorios ocupados del Sáhara Occidental , a pesar de su firme oposición a la medida por temor a represalias de las autoridades marroquíes debido a su activismo político y su apoyo a la causa independentista saharaui y al Frente Polisario.
Un camino marcado por el activismo y la represión:
Nacido en Bojador el 12 de mayo de 1993, Jamal Fadel comenzó su participación política a los 15 años durante la Intifada Saharaui. Tras graduarse de la Universidad Abdelmalek Essaâdi de Tetuán (Marruecos), se unió al Centro para la Protección de los Recursos Naturales y los Derechos Humanos , entonces dirigido por la activista Sultana Khaya . Sus actividades lo expusieron a reiteradas detenciones, acoso y discriminación, incluyendo la negación del derecho al trabajo.
Ante este clima represivo, Fadel abandonó el Sahara Occidental el 14 de noviembre de 2023 , emprendiendo un complejo viaje que lo llevó por Turquía, Brasil, Nicaragua y México , hasta llegar a Estados Unidos el 1 de diciembre de 2023 , en busca de protección y seguridad.
Condena internacional y preocupaciones familiares:
Varios grupos saharauis de derechos humanos denunciaron su detención y exigieron garantías inmediatas de protección, subrayando que su caso ejemplifica los riesgos diarios que enfrentan los activistas. Por otro lado, la prensa marroquí acogió con satisfacción la noticia, expresando públicamente su alivio ante la perspectiva de su repatriación forzosa.
La familia de Fadel ha expresado su profunda preocupación por su seguridad , advirtiendo que su regreso a los territorios ocupados lo expondría a la persecución y la violencia. Activistas de derechos humanos enfatizan que su caso no solo representa una amenaza para su vida, sino que también sienta un precedente peligroso para todos los solicitantes de asilo saharauis que huyen de la opresión política.
Llamamiento a la responsabilidad internacional:
Los partidarios de Jamal Fadel han hecho un llamamiento directo al gobierno estadounidense para que cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de protección de refugiados, garantizando la seguridad de quienes huyen de la persecución. El caso de Fadel, enfatizan, es emblemático de las dificultades y los riesgos que enfrentan los defensores de los derechos humanos saharauis .