Estados Unidos intenta imponer el “plan de autonomía” de Marruecos en el Consejo de Seguridad: el Frente Polisario denuncia una maniobra unilateral

Estados Unidos intenta imponer el “plan de autonomía” de Marruecos en el Consejo de Seguridad: el Frente Polisario denuncia una maniobra unilateral

Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental”

El Frente Polisario ha desmentido categóricamente que el Consejo de Seguridad haya recibido un proyecto de resolución sobre el Sáhara Occidental, aclarando que el texto que circula en Nueva York refleja únicamente la posición unilateral de Estados Unidos, no la de los quince miembros del órgano. En declaraciones a la prensa, el representante del Frente Polisario ante la ONU y coordinador con la MINURSO, Dr. Sidi Mohamed Omar, subrayó que el destino del pueblo saharaui “no está en manos de los Estados Unidos, ni de Francia, ni de ninguna otra parte, sino en manos del propio pueblo saharaui, decidido a defender con firmeza sus derechos legítimos, que no son negociables ni hoy, ni mañana, ni nunca”.

Un borrador al servicio del ocupante

El documento filtrado, atribuido a Washington, constituye un intento descarado de reescribir el mandato de la ONU sobre el Sáhara Occidental. Bajo el pretexto de “avanzar en una solución mutuamente aceptable”, el texto impone el marco del “plan de autonomía” marroquí como única base de negociación, calificándolo de “serio, creíble y realista” y proclamando que la “autonomía genuina bajo soberanía marroquí es la solución más viable”.
Incluso “da la bienvenida al liderazgo del presidente Trump en la resolución del conflicto”, una fórmula inédita y ajena al lenguaje diplomático habitual del Consejo de Seguridad, que refleja el retorno de la lógica geopolítica del trueque: reconocer la ocupación a cambio de supuestos avances diplomáticos o económicos.

El borrador ignora por completo las resoluciones de la Asamblea General y del propio Consejo que definen el Sáhara Occidental como territorio no autónomo pendiente de descolonización, así como las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que niegan toda soberanía marroquí sobre el territorio. Su objetivo parece claro: transformar la MINURSO en una misión de acompañamiento político al plan de Rabat, sustituyendo la referencia al referéndum por un proceso negociador que, en los hechos, clausuraría la autodeterminación.

La posición del Frente Polisario

El Frente Polisario ha recordado que la posición de Estados Unidos no es nueva. Desde la administración de Gerald Ford y Henry Kissinger, Washington apoyó la invasión marroquí de 1975 y la llamada “marcha verde”. Décadas de respaldo militar, económico y diplomático han permitido que Marruecos mantenga su ocupación en flagrante violación del derecho internacional.
“Estados Unidos fue quien apoyó la ocupación desde el principio, quien respaldó la marcha negra y quien continúa sosteniendo diplomáticamente al Estado ocupante”, declaró Sidi Mohamed Omar, subrayando que la política estadounidense actual no hace más que prolongar una injusticia histórica.

El representante saharaui advirtió además que ningún documento impulsado unilateralmente por Washington puede sustituir las resoluciones legítimas de la ONU ni los principios de la Carta que reconocen el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia.

Una maniobra que divide al Consejo

El borrador estadounidense, que reduce a tres meses el mandato de la MINURSO, busca forzar un ritmo político acelerado y colocar a la comunidad internacional ante un hecho consumado. Sin embargo, su aprobación está lejos de estar garantizada.
Francia apoya activamente el texto, pero Rusia y China podrían vetarlo, como ya sugieren fuentes diplomáticas, ante la flagrante violación de los principios de descolonización. Argelia, miembro no permanente del Consejo, se opone frontalmente al proyecto y trabaja para introducir enmiendas que restituyan la referencia explícita a la autodeterminación.

El desenlace se conocerá el 30 de octubre, cuando el Consejo vote la renovación del mandato de la MINURSO. En juego no está solo la continuidad de una misión debilitada, sino la credibilidad misma de las Naciones Unidas como garante del derecho internacional.

“Ni hoy, ni mañana, ni nunca”

El intento de Washington de imponer una solución colonial rebautizada como “autonomía” confirma la deriva geopolítica actual: la legalidad internacional cede terreno frente a los intereses estratégicos. Pero, como recordó Sidi Mohamed Omar, el pueblo saharaui sigue siendo el único titular de su destino.
Su mensaje final, dirigido a quienes pretenden decidir por ellos, resume cincuenta años de resistencia:

“Nuestros derechos no son negociables. Ni hoy, ni mañana, ni nunca.”