- Después de 26 días en el aeropuerto de Barajas fueron enviados por la fuerza a Cuba.
- Llevaban diez días en huelga de hambre y viajaron esposados.
- Desde La Habana fueron enviados a Argelia.
Contramutis.-.-
Tres días después de proclamar que España está comprometida con los refugiados, el Gobierno de Pedro Sánchez expulsó a cinco jóvenes saharauis que habían solicitado asilo, a los que mandó por la fuerza a Cuba, y mantiene a más de diez pendientes de expulsión.
Una vez en Cuna no se le permitió entrar en La Habana y fueron enviados a Argelia.
El compromiso de España con los refugiados lo publicó el Ministerio de Asuntos Exteriores el 19 de mayo, por la tarde, en su cuenta de Twitter, pero era solo para refugiados ucranianos, no para los hijos y nietos de los saharauis que fueron españoles en la excolonia del Sáhara Occidental, ocupada por Marruecos tras el abandono de España sin proceder a su descolonización
Los jóvenes saharauis, originarios de los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia, hicieron el trayecto Argel-Estambul- La Habana-Madrid. Una vez en la capital de España aprovecharon para pedir asilo nada más bajar del avión.
Los expulsados se encontraban retenidos desde hacía 26 días en el aeropuerto Adolfo Suarez-Barajas, de Madrid, lo mismo que otro grupo que llegó tres días después, también desde Cuba, y que puede ser expulsado en cualquier momento.
Los cinco saharauis no quisieron firmar la orden de expulsión, alegaron que no son cubanos y se negaron a ir al avión, ante lo que fueron reducidos por la fuerza, esposados. Según fuentes familiares, no se tuvo en cuenta su estado de salud, ya que llevaban diez días en huelga de hambre, y uno de ellos, Ahmed Mohamed, que es diabético, se desmayó a consecuencia del forcejeo con los agentes.
La hermana de uno de los saharauis, Lala Mohamed Brahim, relató a La Realidad Saharaui que el traslado desde la Sala de Inadmitidos hasta el avión fue realizado a la fuerza por la policía, que el estado de los jóvenes era lamentable, que a uno de ellos en el forcejeo le rompieron la ropa, que se oyeron lamentos y gritos de dolor y su traslado fue “humillante”.
Lala Mohamed calificó la expulsión como un “vil e inhumano acto contra personas refugiadas que pedían asilo por proceder de campos de refugiados y de una guerra causada por la falta de responsabilidad de España hacia su excolonia del Sáhara Occidental”.
Señaló que les metieron en un avión con destino a Cuba, país con el que no tienen nada que ver, salvo que hicieron una escala de un día, y aventuró que lo más probable era que las autoridades cubanas no les dejasen bajar del avión al no ser nacionales cubanos ni residentes ni estudiar allí.
Mila Mores (@MilaSalem) relató en su cuenta de twiter, en contacto con familiares, que los expulsados hicieron el trayecto Madrid-La Habana esposados. Una vez allí no se les dejó en libertad y fueron embarcados en un avión con destino a Argelia, pasando por Caracas y Estambul. Dijo que están destrozados física y emocionalmente.
Sobre este caso, David Bollero escribió en Público que España continúa dando muestras de discriminación institucional en materia migratoria y se preguntó cómo es posible que se deniegue el asilo a jóvenes con estatus de refugiados según el Derecho Internacional, y se les devuelva al desierto en el que viven en situación precaria y con una ayuda internacional cada vez más escasa. “La respuesta es sencilla y no por ello menos terrible: son saharauis”, concretó.
Según el periodista, España antepone otros intereses a los Derechos Humanos ydar la protección pedida a estos jóvenes “supondría soliviantar a Mohamed VI, un lujo para el rasero moral de Pedro Sánchez”. “Mientras a las personas refugiadas de Ucrania se les pone todo tipo de facilidades, nunca antes vistas ni siquiera con quienes huían de una guerra aún más atroz como fue la de Siria, a estos jóvenes saharauis se les devuelve al desierto del Sáhara, donde el futuro se extingue a bocados del presente”.
“Los campamentos de refugiados y refugiadas saharauis cumplen poco a poco, inexorablemente, con el objetivo de Mohamed VI -antes de su padre Hassan II-: el genocidio saharaui”, concluyó.