Texto: Ali Salem Iselmu. Vete hacia el norte le dijeron, no te detengas, aunque las olas del mar te impidan alcanzar el paraíso con el que has soñado y del que tantas veces te han hablado. Observó sus dos vacas y a sus hijos que corrían felices persiguiendo mariposas, cortando flores con sus pequeñas manos alrededor de aquel río, en el que a veces se detenían en su orilla, para ver el reflejo de sus sombras en el interior del agua.
(…)
Leer texto completo en la fuente original: Generación de la Amistad saharaui: Después del gran río, nadie habla bambara