Haddi, incomunicado e indefenso | Contramutis

• El periodista saharaui Lamín Haddi lleva 69 días sin poder comunicarse con su familia

Cristina Martínez Benítez de Lugo.-

Más de 15 días consecutivos de aislamiento en prisión es considerado por las Reglas Mandela, de Naciones Unidas, un trato cruel, inhumano o degradante. Mohamed Lamin Haddi lleva en aislamiento 3 años y 9 meses. A ello se añade que nadie ha podido comunicar con él desde el 9 de abril.

Cuando la abogada y la familia de este periodista preso político saharaui llamaron a la prisión por separado el 1 de junio, les colgaron el teléfono al oír mencionar su nombre. La vulnerabilidad de este preso es extrema. No se sabe lo que pueden estar haciendo con él y su familia se teme lo peor.

Haddi protagonizó una huelga de hambre de 69 días terminada el 23 de marzo por alimentación forzada de sus carceleros, en la que no pudo recibir visitas, y en los últimos 25 días ni comunicación telefónica. Tras dos cortísimas llamadas después de la huelga, no ha vuelto a dar señales de vida desde el 9 de abril. Por lo tanto, el 17 de junio se han cumplido 69 días de incomunicación (los mismos que estuvo en huelga de hambre).

La situación de Haddi fue referida en carta de 14 de junio a la ministra de Exteriores, Arantxa González Laya, desde el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) frente a cuyo departamento se reúne todos los lunes para pedir al Gobierno de España un gesto en favor de los presos políticos saharauis y recordarle su responsabilidad jurídica, política y ética con el pueblo saharaui.

Haddi, detenido y torturado en noviembre de 2010 y condenado a 25 años de prisión por acusaciones falsas en un juicio sin las mínimas garantías según han denunciado organizaciones de derechos humanos, padece unas condiciones crueles de encarcelamiento que le llevaron a protagonizar una huelga de 69 días: estaba hostigado y amenazado permanentemente por sus carceleros, requisadas sus pertenencias, separado 1.200 km. de su familia, sin visitas, en aislamiento desde que le trasladaron a la prisión de Tiflet 2, en septiembre de 2017, un aislamiento que consiste en 23 horas en la celda, y siempre solo. En ningún momento desde que está en Tiflet 2 se le ha permitido recibir visitas de su abogada, Olfa Ouled. La letrada escribió al fiscal del rey y al director de la prisión solicitando una investigación sobre las condiciones de encarcelamiento, sin respuesta.

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