RELATO
Quiero volver a ver aquella estrella de mar, el puente de madera, la suave ola que penetraba en la arena y mojaba mis pies. Eran mis primeros pasos cuando contemplaba el mar y el desierto, el agua y la arena. La infancia perdida entre las dunas y las olas de mar.
Desde esta lejana tierra sigo añorando la calle donde pasé parte de mi infancia. La casa de mis padres tenía siempre la puerta abierta, igual que las jaimas en el desierto. Yo salía a jugar con mis amigos cerca de la playa, construíamos enormes castillos, rodeados de palmeras. Cada uno dibujaba el sol a su manera y llevaba los rayos de luz a su ciudad imaginaria.
No había peligro en aquellas calles anchas. Las paredes blancas eran el abrigo de la ciudad de Dajla. Una ciudad nacida entre la ría y el océano. El viento caliente del Sahara se transformaba en una húmeda brisa al tocar el agua y atravesar el cielo.
(…)