El Ministerio del Interior ha decidido repatriar a Marruecos a diez activistas saharauis que llevan varios días retenidos en el aeropuerto de Barajas (Madrid). Los manifestantes, que se consideran a sí mismos presos políticos perseguidos por el Estado marroquí, habían solicitado asilo, petición que fue rechazada. Debido a esta situación, junto a las pésimas condiciones habitacionales en las que se encontraban, iniciaron una huelga de hambre este domingo.

Según señalan a Público fuentes del Ministerio del Interior, de los diez ciudadanos que permanecían en la sala de asilados del aeropuerto y que se sumaron a la huelga, cinco de ellos han desayunado esta mañana. «El personal sanitario sigue permanentemente su situación, por si fuera necesaria asistencia específica, que no ha sido requerida hasta este momento», añaden.

El colectivo también ha denunciado las condiciones de «insalubridad» en las que se encuentran, afirmando que ha habido casos de chinches. «La situación es muy grave. Están en una situación de extrema vulnerabilidad. Algunos de ellos padecen enfermedades», señaló la abogada que representa a los activistas.

El sábado, familiares de los solicitantes de asilo se manifestaron frente a la sede del Ministerio del Interior para denunciar las condiciones infrahumanas que están teniendo sus familiares durante su estancia en Barajas, por la falta de higiene y las picaduras de chinches, sin acceso a luz solar y con la misma comida desde hace 20 días.

Podemos denuncia la situación «inhumana»

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha criticado las «condiciones inhumanas» que sufren los activistas saharauis en la sala de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Además, ha acusado al Gobierno de rechazar las solicitudes de asilo para evitar conflictos con Marruecos, al que califica como una dictadura.

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