Jira Bulahi Bad (El Aaiún, 1965), representante del Frente Polisario en España, asumió el cargo el pasado febrero, poco antes de cumplirse los 40 años de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, reconocida por más de 85 países, pero no por España. Tras la muerte del líder histórico Mohamed Abdelaziz, el 31 de mayo, niega que se abra ahora una etapa de incertidumbre y asegura que el pueblo saharaui seguirá apostando por la no violencia en su lucha por la independencia del Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos desde 1975.
-¿Qué consecuencias tendrá la desaparición de la figura del presidente Abdelaziz en el futuro del Polisario y del Sáhara Occidental?
-Bajo el liderazgo de Abdelaziz se han consolidado las instituciones básicas del Estado saharaui y la propia estructura del Polisario creció y se consolidó. La cuestión del Sáhara, sin embargo, es muy anterior, y se basa en elementos tan básicos como el derecho internacional y el derecho de los pueblos. Ahora estamos ante la ausencia de un símbolo, pero no hay ninguna incertidumbre. Igual que lloran su ausencia, todos los saharauis han reafirmado la determinación de defender su legado.
-¿Prevé algún cambio en la estrategia política con el nuevo liderazgo que sea elegido?
-La proyección de la política no está supeditada a un liderazgo en particular. Cada congreso determina la acción política a corto y largo plazo, y está incluso planificada en un programa de acción nacional. El liderazgo impulsa, acelera o influye en que las cosas tengan un ritmo u otro, pero esto lo dirá el tiempo. No creo que en esencia pueda haber un cambio porque el macroobjetivo de los saharauis es la independencia, el retorno a su propio territorio, recobrar toda su soberanía….
-¿La independencia total del Sáhara Occidental y el retorno de los refugiados es una cuestión innegociable?
-Sí, sin lugar a dudas. Sobran pruebas de qué es lo que quieren los saharauis. El Polisario sigue apostando por la vía pacífica para llegar a esta solución, pero no está dispuestos a que sea a costa de actitudes que torean el derecho internacional, como la que han llevado a Marruecos a expulsar a las propias fuerzas de la ONU. No estamos dispuestos a consentir estas actitudes que realmente no llevan a ninguna parte, solamente al retorno bélico en el Sáhara y a la inestabilidad regional.
«Aunque nuestra opción es la independencia, aceptamos cualquier pregunta que Marruecos quiera incluir en el referéndum»
-¿Aceptaría el Polisario un referéndum abierto con todas las opciones, incluyendo la plena autonomía propuesta por Marruecos?
-El Polisario en su día dijo que todo debería pasar por las urnas. Con las preguntas que quisiera incluir Marruecos. Inicialmente se habló de integración a Marruecos o independencia. Entre una y otra podría haber toda una gama de preguntas que el Polisario no tendría ningún problema en aceptar. Pero lo que sí tiene claro y reivindica el Polisario es que debe ser la población saharaui quien decida su destino.
-¿Es cierto que aumenta la división entre partidarios de retomar la lucha armada y de mantener la negociación política?
-No, este es un debate que siempre aparece en cada congreso. En el último quedó bien claro que el retorno a la guerra no es una opción de los saharauis. Nosotros tenemos todo el derecho de la población autóctona del territorio, como está contemplado por el derecho internacional. El dictamen de La Haya en su día dejó bien claro que no hay ningún vínculo jurídico, étnico ni histórico con el Reino de Marruecos, y seguimos en esta disputa a nivel internacional sobre la defensa del derecho del pueblo saharaui de autodeterminarse a través de las urnas.
-¿Está creciendo la opción belicista ante el bloqueo actual?
-No lo creo, aunque quien realmente propicia que el debate sea creciente o no es la propia actitud de Marruecos. Cuando no coopera en llegar a una solución, a que se cumpla lo comúnmente pactado, acordado y firmado en los acuerdos de paz, nos está llevando a un callejón sin salida donde los saharauis se defenderán. Se defenderán porque les acompañan todos los argumentos ya esgrimidos a nivel regional e internacional. Y está claro que cada vez que intentamos avanzar, busca tres pies al gato..
-Después de 40 años de un conflicto sin resolver, ¿cree que existe el riesgo de estallido social en el propio pueblo saharaui, por el cansancio y la frustración?
-No, una cosa es que la población sea más exigente con el tiempo, igual que la disputa interna, la discusión, el descontento… Pero la indignación de los saharauis es con la no aplicación del derecho internacional, con la indiferencia política. No es lógico ni razonable que el referéndum se vaya postergando sin argumentos convincentes, ni que se emplee el mismo lenguaje con el verdugo y la víctima. La indignación de los saharauis es hacia esto, no hacia su proceso o hacia quien lo lidera o no.
-¿Teme la radicalización de la juventud saharaui y que caiga en la tentación de sumarse a grupos yihadistas o bandas del crimen organizado?
-Desgraciadamente, siempre se nos ha intentado meter en un zapato donde no cabe el pie. La cuestión saharaui no tiene nada que ver con este mal al que todos estamos expuestos. No creo que los saharauis tengan esta intención ni esta proyección, ni su naturaleza lo indica. Quienes están interesados en esta radicalización son otros. Los grupos yihadistas del Magreb han sido fomentados precisamente por Marruecos, hay estudios que lo confirman. Se entrecruzan con los grupos de tráfico de drogas que salen, se propician y se generan desde Marruecos. Con estos elementos Marruecos intenta desestabilizar tanto el proceso saharaui como su entorno inmediato.
«Los refugiadossaharauis han podido sobrevivir gracias a sus propias convicciones y a la ayuda del mundo solidario»
-¿Cómo han podido sobrevivir miles de refugiados saharauis 40 años en los campamentos de Tinduf, en Argelia, en esas condiciones extremas?
-Efectivamente, el drama de los refugiados hace tiempo que lo sufren miles y miles de saharauis. Se sobrevive gracias a dos elementos básicos: la convicción propia, cuando te acompañan todos los argumentos, y el mundo solidario, que ha ido creciendo con el paso del tiempo y que ha ayudado a cubrir muchas necesidades, aportando en cada momento lo necesario.
-Ya han pasado 25 años desde el alto el fuego de 1991 y aún no se ha podido materializar el referéndum. ¿Se sienten abandonados por la comunidad internacional?
-Ha habido altibajos y, realmente, si todo se hiciera como realmente estipulan o dictan las resoluciones, no estaríamos en esta situación. Cuando hay interés, todo el mundo se vuelca y las cosas se resuelven de un día para otro. Los saharauis no han tenido este privilegio, pero su resistencia, convicción y lucha no violenta han hecho que la propia comunidad internacional no pudiese dejar de lado la cuestión saharaui. El proceso no avanza al ritmo que debería, pero gota a gota, como dice el refrán, se llena el río…
-¿Cómo se entiende que la Minurso sea la única de las 15 misiones de paz de las Naciones Unidas que no puede velar por el cumplimiento de los derechos humanos en el Sáhara Occidental?
-No debería de ser así ni se debería haber permitido por parte de la propia misión. Desgraciadamente, muchísimas cosas no deberían ser y la lucha y constancia en la reivindicación es lo que nos hará vencer con el tiempo. Hoy en día ya no son solo los saharauis, sino muchísimas organizaciones proderechos humanos las que exigen que la Minurso abarque entre sus funciones el tema de los derechos humanos.
-¿No es así por presiones de Marruecos?
-Sí, sí, claro, las presiones siempre vienen de la parte del conflicto que no coopera. Marruecos no coopera ni en lo que el propio régimen ha pactado y firmado ante todas las instancias internacionales.
-Siempre han dicho que España tiene una “responsabilidad histórica” en el Sáhara Occidental. ¿Qué espera del Estado español?
-España debería jugar el papel que le corresponde: es el país más indicado y el más cercano. Si jugara el papel que le concierne, seguro que el proceso se aceleraría.
-¿Cuál debería ser este papel que le reclama como antigua metrópolis?
-Simplemente ponerse del lado de lo que ya está dentro del marco del plan de paz, que debería haber culminado con la realización de un referéndum. Debería defender que la Minurso vuelva íntegramente, implicarse con una descolonización mal acabada del que la Administración española en su día fue responsable. Debería no permitir a Marruecos negociar cosas del territorio saharaui con su propio estatus avanzado en la UE, y debería defender una solución que permitiría estabilidad en la región. Todo esto debería defender, y más ahora siendo miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
-¿Cree que el Gobierno español es realmente consciente del sufrimiento del pueblo saharaui?
-Tiene que serlo, de la cuestión saharaui se habla aquí diaria o semanalmente. Otra cosa es que dé la talla, responda y asuma estas responsabilidades. Eso es lo que los saharauis quisieran y solicitan para que se vea saldada esta deuda pendiente, y más que una deuda, nos veamos todos correspondidos con la estabilidad regional.
a través de Jira Bulahi: «El Polisario sigue apostando por una solución pacífica»