En una contribución a los medios titulada «La maldición de los recursos y la lucha por la autodeterminación», publicada en el Día Nacional de los Derechos Humanos de Sudáfrica (que conmemora la Masacre de Sharpeville de 1960, donde la policía del apartheid mató a 69 personas e hirió a cientos), Botes enfatizó: «No debemos olvidar a quienes aún se les niegan sus derechos fundamentales en el Sáhara Occidental, una nación que lucha por la autodeterminación décadas después de que el resto del continente se liberara del colonialismo».
Argumentó que la continua ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, en flagrante violación del derecho internacional, se ve impulsada por la vasta riqueza mineral y marina de la región, que incluye una de las mayores reservas de fosfato del mundo. Botes destacó la explotación por parte de Marruecos de la mina de Bou Craa, un pilar de su economía, lo que ha incrementado significativamente su participación en el mercado mundial del fosfato. Además, destacó las ricas aguas atlánticas frente al Sáhara Occidental, repletas de vida marina que atraen a flotas pesqueras internacionales, junto con las potenciales reservas de petróleo y gas en alta mar.
Al ocupar el Sáhara Occidental, añadió Botes, Marruecos busca expandir su zona económica exclusiva, permitiendo lucrativos acuerdos pesqueros, licencias de exportación y tarifas portuarias, apoyándose en puertos ocupados como El Aaiún y Dakhla.
Reafirmando la obligación moral y jurídica de Sudáfrica bajo el derecho internacional, Botes destacó el deber de apoyar la lucha saharaui, que encarna las peores facetas del colonialismo: el desplazamiento forzado, la explotación de la tierra y los recursos vitales y la negación sistémica de los derechos básicos.
«Si creemos en la justicia, el pueblo saharaui debe ser libre de determinar su propio futuro», declaró.
Señaló que el tema de Derechos Humanos de Sudáfrica para 2025 exige «profundizar una cultura de justicia social y derechos humanos». Para los saharauis, afirmó, esto solo se puede lograr mediante la implementación de la Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU (Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales), que exige la descolonización en todas sus formas, sin condiciones. Botes instó a la comunidad internacional a cumplir sus compromisos posibilitando un referéndum de autodeterminación, garantizando así la libertad y la independencia del pueblo saharaui.