Agencias | ECSAHARAUI
Madrid (ECS). – España y Argelia tienen una crisis abierta desde el pasado 18 de marzo, consecuencia del giro injustificable del Gobierno de Pedro Sánchez de apoyar la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental, la tesis que Marruecos presentó en 2007. Argelia anunció que suspendía el acuerdo de cooperación y amistad con España y que congelaba las operaciones comerciales con los empresarios españoles.
Tres meses después del bandazo de Sánchez, Argel ha decidido romper sus relaciones políticas con el ejecutivo de Sánchez y considera que no hay posibilidad de reconducirlas hasta que no haya un cambio de Gobierno en España, según recoge el diario ABC.
El tono extremadamente tenso del comunicado publicado a última hora del Sábado por el Ministerio de Exteriores argelino es solamente una indicación de la profunda irritación que ha provocado el cambio de posición sobre el Sáhara Occidental y el hecho de que Sánchez haya incumplido todas las promesas que ha hecho a los argelinos a lo largo de esta crisis desde el anuncio de Trump el 10 de diciembre de 2020.
Para Ignacio Cembrero, periodista y escritor especializado en el Magreb coincide en afirmar que la solución a la crisis se va a prolongar en el tiempo. «Quizá las cosas no vayan a peor, pero veo muy difícil el diálogo porque las autoridades argelinas se han mostrado muy enfadadas desde que el 18 de marzo se enteraron por la prensa de que España había cambiado radicalmente su postura sobre el Sáhara Occidental», señala Cembrero en una entrevista al 24 Horas.
Cembrero va más allá y vaticina que «para que la crisis con Argelia se acabe, tendrá que acabar también la legislatura», ya que las autoridades argelinas «se consideran ofendidas y maltratadas» por el Gobierno de Pedro Sánchez al no ser informadas previamente del giro histórico en la postura sobre la antigua colonia española.
En este contexto, el Gobierno de Sánchez no revisará su decisión sobre el Sáhara Occidental, en favor de las tesis de Marruecos en el Sáhara Occidental, sin tener en cuenta el portazo dado por el Ejecutivo de Argelia. Moncloa defiende su decisión, sea ésta cual sea, como la de «un país soberano» y rechaza la «injerencia» de Argel. «Ellos no son parte en el conflicto del Sáhara, según Naciones Unidas», remacha una alta fuente del ejecutivo socialista en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Según dijo Albares, el pasado jueves, que España se atendrá, en su respuesta a la crisis con Argelia, a los principios del tratado de buena vecindad y amistad que el país norteafricano suspendió este miércoles. Estos son: «Igualdad soberana de los Estados, no injerencia en asuntos internos, respeto mutuo y beneficio mutuo», recalca el polémico titular de Exteriores español.
Albares trata con estas declaraciones mantener la elegancia diplomática en público, pero en privado, los ministros del gobierno de España, en declaraciones a El ESPAÑOL, han recordado que «Argelia no tiene nada que decir en el conflicto del Sáhara Occidental, porque según Naciones Unidas no es parte en el conflicto».
«Si Argelia quiere tener algo que decir, basta con que se implique en las soluciones, y no en reaccionar a las decisiones soberanas de España», añade uno de estos miembros del Gobierno al rotativo mencionado.
Origen: La crisis diplomática entre Argelia y España va a durar tanto como la legislatura de Sánchez