A partir del próximo 30 de noviembre se celebrará en Dubái la Cumbre del Clima, la COP28, y el pueblo saharaui volverá a estar presente para denunciar el greenwashing que lleva a cabo Marruecos, utilizando sus proyectos de energías verdes para blanquear la ocupación ilegal y la sistemática violación de Derechos Humanos (DDHH) en el Sáhara Occidental. Ahmedna Abdi M’barek, jurista y miembro de Juventud Activa Saharaui, y la activista Yaguta El-Mokhtar Moula, viajarán hasta Emiratos Árabes Unidos para desenmascarar al régimen de Mohamed VI.

Combatir a Marruecos y su billetera rebosante de dinero no es tarea fácil; sus tentáculos se extienden por doquier como quedó probado con el escándalo de la red de sobornos (MoroccoGate) en el seno de la Unión Europea. Sin embargo, estos dos jóvenes saharauis se las han vuelto a ingeniar para viajar hasta Dubái; él, acreditado por la ONG inglesa UKCCY; ella, por UN Women.

El objetivo pasa por visibilizar la causa saharaui y denunciar cómo «Marruecos está utilizando las Conferencias de la ONU sobre el Cambio Climático para pintar de verde la ocupación del Sáhara incluyendo en sus medidas climáticas (NDCs) proyectos dentro del Sáhara Occidental ocupado». Multinacionales como Siemens Gamesa o Enel Energy entran en el juego, siendo cómplices del expolio de recursos naturales saharauis. Tanto es así, que organizaciones como Western Sahara Resource Watch han encendido todas las luces de alarma: el 81% del territorio que el régimen de Mohamed VI ha destinado a faraónicos planes de energía renovable, hidrógeno verde y amoníaco se encuentra en el Sáhara Occidental ocupado, fuera de las fronteras internacionales de Marruecos. Dicho de otro modo y a la luz de las últimas sentencias del Tribunal General de Justicia europeo, son ilegales.

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