Por Lehbib Abdelhay/ECS 
El crimen organizado en el Sahel sigue evolucionando principalmente en torno al hachís procedente de Marruecos, según denuncia un informe reciente del Panel de Expertos en Mali, creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que apunta a la «falta de cooperación» de Marruecos en la lucha contra el tráfico de drogas, al tiempo que enfatiza la necesidad de incluir a los proveedores de drogas en la lista de personas objetivo de las sanciones de la ONU.

El informe, firmado por el coordinador del Grupo de Expertos sobre Malí, Albert Barume, señala que «la implicación de grupos armados en el Sahel sigue evolucionando principalmente en torno al transporte del hachís marroquí, que alimenta los enfrentamientos bélicos en Malí».

En este informe dirigido al Presidente del Consejo de Seguridad, el Coordinador, especifica que «Marruecos no ha facilitado al Grupo de Expertos ni a las partes interesadas de la región del Sahel información que hubiera permitido identificar a personas y entidades involucradas en la venta de hachís en la región.

 
Según el documento, «el flujo más regular y estable de narcóticos a través de Malí sigue siendo el de resina de cannabis, o hachís, desde Marruecos, que pasa por Mauritania y Mali, luego por Níger hasta ‘en Libia».

El informe habla también sobre el transporte de cocaína en los cargamentos de hachís, ya que las rutas de abastecimiento de estas dos drogas confluyen en Mali y toman el mismo camino».

El informe señala que las drogas que se trafican en el Sahel son originarias de Marruecos, tanto la resina de cannabis cultivada en el norte de Marruecos así como la cocaína importada de América Latina. Este último se transporta a través de los envíos de resina de cannabis.

“El pasado 29 de abril de 2020, el Tribunal Superior de Niamey condenó a las personas detenidas en abril de 2018 por su participación en el tráfico internacional de drogas. Por su parte, el Grupo de Expertos ha proporcionado información detallada al respecto en sus informes anteriores (véanse S / 2018/581, párrs. 126 a 129, S / 2019/137, párrs. 65 a 68, y S / 2019/636, párrs. 106 a 108).

Un cargamento de 10 toneladas de hachís fue transportado en camiones frigoríficos desde Marruecos a Níger, pasando por Mauritania, Mali y Burkina Faso.

La mayor parte de la carga, alrededor de 7 toneladas, ha sido guardada en un almacén en Niamey la noche del 12 al 13 de abril de 2018 y, según los informes, estaba dirigida a Libia. Dos meses después de las detenciones, el 13 de junio de 2018, las autoridades de Niger confiscaron 2,5 toneladas que estaban escondidas en el mismo almacén.

“El flujo más regular y estable de narcóticos a través de Malí sigue siendo el de resina de cannabis, o hachís, procedentes de Marruecos, que pasa por Mauritania y Mali, luego por Níger hasta Libia. En los mismos envíos, se transporta la cocaina también.

El Grupo de Expertos observa que, aunque Marruecos expresa supuesta colaboración para combatir el narcotráfico (…), esta «colaboración» es insuficiente si no está acompañada con hechos sobre el terreno.

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Fuente Maghreb Online y el catedrático español Carlos Ruiz Miguel.