Fuente: OTRA LECTURA
La situación de los saharauis es una situación particular y un problema geopolítico de primer orden en este mundo multipolar y, por ende, inestable. Los saharauis viven bajo la ocupación marroquí en la zona de la costa. En los desérticos y poco habitados territorios libres, en los campamentos de refugiados de Tinduf en Argelia o en el exilio por el resto de África y el mundo. La cuestión saharaui moderna saharaui hunde sus raíces en las etapas finales del franquismo cuando los saharauis, representados en las Cortes españolas con sus procuradores.
Durante la época franquista los saharauis perpetuaron la Djema´a, una suerte de forma de gobierno congregacionista típico de las sociedades tribales y cuya función es política, jurídica y comercial. Esto supone un tipo de gobierno autónomo en el Sáhara español pero que era preexistente al dominio europeo y que sirvió como elemento de defensa de la soberanía saharaui frente a lo sultanes marroquíes, que sólo lograron penetrar en el territorio saharaui de forma religiosa cuando algunas tribus aceptaron la rama maliki del Islam que considera al Rey de Marruecos como Amir al Muminin (Príncipe de los Creyentes) en una autoridad religiosa que, por otro lado, no socavaba la independencia de los saharauis.
Frente a la población y cultura urbana marroquí de corte mixto arabo-bereber se desarrolló una cultura nómada y soberana cuyas relaciones no eran de dependencia y dominio marroquí sino una relación entre iguales: la soberanía marroquí y la soberanía saharaui que poseía territorio propio con sus recursos, instituciones políticas, población y capacidad de relacionarse en igualdad de condiciones. De hecho esto es muy importante porque las relaciones entre los líderes saharauis y el sultanato marroquí eran de igualdad y sus tratados iban desde los acuerdos de paz y comerciales.
En la era tardofranquista la Djema´a se disolvió y se comenzó a preparar el PUNS, el Partido Unión Nacional Saharaui para iniciar la Transición en la región pero el desinterés y los acuerdos que a iba comprometiendo los intereses de Juan Carlos I con Estados Unidos, Francia y su gran aliado Marruecos hizo que Madrid se desentendiera del PUNS, lo que hizo que estos miembros se unieran en masa al POLISARIO.
Los Acuerdos de Madrid, nulos de pleno derecho, vendió a los marroquíes y mauritanos el territorio del Sáhara Occidental. Aquí viene, sin embargo el drama saharaui. El POLISARIO, como grupo armado combatiente socialista estaba alineado con Argelia, íntimo aliado de la Unión Soviética frente a los intereses de Marruecos y Mauritania, que fue rápidamente derrotada y salió del tablero. Marruecos era el contrapeso del bloque socialista revolucionario y único rival real de Argelia y la URSS. Francia y Estados Unidos, con una España acosada por una transición en la cuerda floja y un terrorismo desatado, no pudo defender a los hispano-saharauis.
Para entender la situación y las diferencias entre marroquíes y saharauis, que ya comentamos en términos políticos e históricos como dos entes soberanos diferenciados y en relaciones de vecindad. La verdad es que ambos pueblos son muy diferentes en su espacio geolectal: mientras los marroquíes hablan el árabe dariya los saharauis hablan hassenia, una variedad del árabe más cercano al árabe clásico. Por otro lado a nivel étnico-cultural están situados dentro del espacio geográfico de los pueblos del Sáhara y por ende forman parte de un espacio cultural compartido con mauritanos, tuaregs y otros pueblos de la región más allá que de los urbanitas marroquíes.
Un dictamen unánime de La Haya de 1975 estableció que, si bien las relaciones entre saharauis y marroquíes eran históricas estas no constituían derechos de soberanía marroquí sobre esas tierras ni sobre sus habitantes. Por lo que toda reclamación tanto de Marruecos como de España o Mauritania de soberanía sobre esas gentes es irreal e ilegal por lo que sobre este asunto computa, en detrimento de los Acuerdos de Madrid de 1975, las resoluciones 1514 y 1541 sobre la descolonización de los territorios que no sólo garantizan la libertad del Sáhara sino su integridad territorial de acuerdo al Utis Possidetis Iuris (mantenimiento de las fronteras heredadas de la descolonización). A esto hay que sumarle la Doctrina Stimson, que no permite la convalidación ni legalización de la ocupación por hechos consumados o la extensión de la ocupación en el tiempo.
Todo ello en base al principio de que los actos ilegales no pueden constituir ley ni sus actos pueden ser validados en base a los hechos consumados ni la «realpolitik» aunque en la practica las actitudes de ciertos estados va en contra del propio Derecho Internacional Público. Esta idea, la del independentismo saharaui (defendida jurídicamente) y las tesis islamistas e imperialistas marroquíes inspiradas por Allal El Fassi, su partido Istiklal y la ansias de Rabat por ampliar territorio condujo al choque.
Fassi predicaba con una forma de gobierno democrática con parlamento y una monarquía constitucional todo ello estaría sometido a los principios religiosos y tradicionales marroquíes que, al mismo tiempo, debía constituirse en paralelo al «Gran Marruecos» y la base del dominio marroquí sobre el Sáhara Occidental que se esgrimían eran, precisamente, las relaciones entre saharauis y marroquíes que La Haya identificó como entre iguales y los marroquíes como relaciones de vasallaje que entregaban la soberanía al sultán.
La guerra estalló desde 1975 hasta 1991. Con la Caída de la URSS llegó el momento en el que la ONU desplegó la MINURSO para vigilar la paz y asegurar un referéndum. Hassan II se refirió de forma positiva a este referéndum en Nairobi en 1981 en la Cumbre de la Organización de la Unión Africana al reconocer el derecho de los saharauis a decidir. El referéndum se haría conforme al censo español de 1974 en el que votarían tanto los censados que queden vivos como sus descendientes.
El referéndum aún no se ha celebrado y la MINURSO sigue desplegada en el territorio sin lograr ninguno de sus objetivos: no hay negociaciones, no hay referéndum ni hay paz, ya que desde 2020 hay combates entre el Frente POLISARIO y Marruecos en los territorios liberados y en la zona del muro ilegal del Sáhara Occidental, infranqueable por la línea de fortificaciones, minas antipersona, fosos, trincheras y nidos de ametralladora.
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