¡Yo estaba tan contento con la grabación del disco del “Medej”!
Había conseguido reunir a las mejores voces de los campamentos. Sólo me faltaba Mahfud Aliyen; pero de él ya nos había adelantado algunas de sus maravillas como “Sin secreto”, “Lumaya” o “Viejos recuerdos” en el CD Sáhara, tierra mía.
Y también tenía conmigo a los mejores guitarristas y muy buenos manejando la tidinit.
¡No cabía en mí de gozo!
(…)
Extracto del original: LA VOZ INDÓMITA – capítulo 7 (2003) – El Legado de Nubenegra