Basado en el artículo de AFRICA INTELLIGENCE: Algérie • Les messes basses new-yorkaises de Paris et Alger
Por la Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental”
El medio francés Africa Intelligence ha revelado en su edición del 17 de octubre de 2025 un episodio poco visible de la diplomacia internacional: las “messes basses” —conversaciones discretas— entre París y Argel en Nueva York, en torno al conflicto del Sáhara Occidental. Según la publicación, ante el deterioro de las relaciones bilaterales y la ausencia de embajadores en ambas capitales, Francia y Argelia habrían retomado sus contactos al margen de la ONU, buscando puntos de entendimiento sobre un tema que lleva décadas envenenando sus relaciones.
El artículo describe cómo, mientras París intenta ayudar a Marruecos a revisar su plan de autonomía, sus diplomáticos tratan de dar a Argel “garantías” para no cerrar del todo el diálogo, presentando estas conversaciones como un gesto de equilibrio. El embajador francés ante Naciones Unidas, Jérôme Bonnafont, habría mantenido reuniones regulares con su homólogo argelino, Amar Bendjama, para informar sobre los movimientos en el Consejo de Seguridad antes de la votación de la resolución sobre la MINURSO prevista para el 30 de octubre. La coordinación incluiría también al embajador francés en Rabat, Stéphane Romatet, y al consejero diplomático del Elíseo, Emmanuel Bonne, mano derecha del presidente Emmanuel Macron en los asuntos exteriores.
Francia busca suavizar a Argel, sin renunciar a Rabat
El texto de Africa Intelligence muestra una realidad paradójica: París pretende dar señales de buena voluntad a Argelia al mismo tiempo que maniobra para reforzar la posición marroquí. El objetivo francés sería convencer a Argel de que la futura resolución del Consejo de Seguridad —elaborada por Estados Unidos, “pen holder” del expediente— mantenga al menos la referencia a la “consulta de las poblaciones saharauis”, en un intento de conservar una apariencia de equilibrio diplomático. Pero lo que Africa Intelligence deja entrever, y que en Marruecos se interpreta como una táctica “de contención”, no modifica lo esencial: Francia continúa alineada con la ocupación marroquí y con su “plan de autonomía”, presentado como solución política “realista y duradera” para el Sáhara Occidental.
Esta estrategia responde a una vieja lógica francesa: mantener influencia simultánea en Rabat y Argel mientras se preservan los intereses económicos y militares en el Magreb. Sin embargo, la credibilidad de París está cada vez más dañada. Desde que en 2024 Francia reconoció implícitamente la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, sus relaciones con Argelia se hundieron en una crisis diplomática sin precedentes. El actual intento de Macron por “reabrir canales” a través de la ONU no busca justicia para el pueblo saharaui, sino pragmatismo político: evitar que Argelia se acerque más a Rusia y contener el desgaste francés en África.
La ONU como escenario de hipocresía
El artículo también ilustra una dinámica más amplia: la instrumentalización de Naciones Unidas como terreno de maniobras diplomáticas, no como espacio de justicia. Mientras París y Washington trabajan para introducir en la resolución del 30 de octubre un lenguaje favorable a Marruecos, se multiplican las reuniones informales con los países del Consejo para “asegurar equilibrios” y evitar vetos. La propia Cuarta Comisión de la ONU acaba de reafirmar esta semana que el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo pendiente de descolonización, y que el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui es inalienable. Sin embargo, las potencias occidentales siguen vaciando ese principio de contenido, sustituyendo el referéndum por una negociación perpetua sin horizonte.
París, rehén de su doble discurso
Francia intenta jugar a dos bandas: apoyar a Marruecos en los hechos, y a la ONU en las palabras. Pero ese doble discurso ya no engaña a nadie. Argelia, que durante décadas fue un interlocutor privilegiado de París, ha desplazado su confianza hacia Moscú y hacia una nueva diplomacia africana más independiente de las exmetrópolis coloniales. Y en el terreno, el pueblo saharaui sigue siendo la víctima invisible de estas maniobras de alto nivel, condenado a vivir entre la ocupación militar y el exilio eterno.
El artículo de Africa Intelligence confirma lo que el movimiento solidario viene denunciando desde hace años: la política francesa no busca resolver el conflicto, sino gestionarlo. Y en esa gestión, el sufrimiento saharaui se convierte en un instrumento más de influencia regional. Mientras las cancillerías intercambian sonrisas y “canales discretos”, las cárceles marroquíes siguen llenas de presos saharauis, los territorios ocupados permanecen bajo represión, y la legalidad internacional —esa misma a la que Lavrov apelaba días atrás— continúa siendo violada con total impunidad.
La diplomacia de los pasillos no descoloniza. Solo la autodeterminación lo hará.
🗒️ Nota explicativa
Africa Intelligence es un medio francés especializado en información política, diplomática y económica sobre África. Editado en París por Indigo Publications, ofrece análisis confidenciales dirigidos a diplomáticos y empresas. Aunque se presenta como independiente y técnico, sus artículos suelen reflejar la visión estratégica de la diplomacia francesa y un enfoque favorable a Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. Aun así, es una fuente útil para conocer las maniobras discretas de Francia, la UE y Marruecos en foros internacionales.
Origen: Algérie • Les messes basses new-yorkaises de Paris et Alger