Dos años de pandemia después, los niños saharauis vuelven a pasar el verano en España con familias de acogida que les hacen olvidar los campos de refugiados, en medio del desierto argelino, en el que viven. El cambio de postura histórico del Gobierno, que ha reconocido el plan de Autonomía de Marruecos sobre el Sáhara, no ha cambiado esto.

Si acaso, ha enfadado aún más a unas familias que saben que cuando los niños abandonen su casa volverán a un territorio olvidado por España, que lleva más de 40 años esperando un referéndum de autodeterminación que no llega y que sigue ocupado por Marruecos. «Es un giro incomprensible, por intereses comerciales, un ‘yo te doy y tú me das’. Y por eso se ha cedido ante Marruecos«, asegura Aga Guillén, un vitoriano que lleva desde 2013 acogiendo a niños saharauis todos los veranos.

(…)