Decenas de viviendas propiedad de saharauis han sido derruidas en los últimos días por las autoridades marroquíes en las afueras de El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, ha denunciado el Comité Saharaui para la Defensa de la Autodeterminación.

En la carta, Ghali califica el «brutal ataque» contra la propiedad de saharauis de «crimen de guerra y grave escalada de la política de tierra quemada y de las prácticas de desposesión, confiscación de tierras, destrucción de propiedades, desplazamiento forzoso y prácticas racistas que la acompañan, llevadas a cabo por el Estado de ocupación marroquí contra los saharauis en las ciudades saharauis ocupadas, sobre las que hemos advertido en repetidas ocasiones de las ominosas consecuencias a las que podría conducir».

«Según informes documentados con fotos y testimonios en directo desde las ciudades saharauis ocupadas, las autoridades de ocupación marroquíes atacaron en la madrugada del lunes a decenas de familias saharauis que vivían en la zona de Lamreiyat, al sureste de la ciudad ocupada de El Aaiún, utilizando excavadoras para demoler sus casas, destruir sus propiedades, maltratarlos y obligarlas a abandonar la zona», detalla el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática en la misiva.

Los testigos han señalado que entre las víctimas de las demoliciones hay «ancianos, discapacitados, enfermos, mujeres embarazadas y niños». «Muebles, equipajes y bienes pertenecientes a los saharauis que vivían en estos barrios fueron destrozados y destruidos en una operación llevada a cabo por grandes tractores de demolición, apoyados por todos los vehículos de las fuerzas de ocupación, la policía y funcionarios municipales de la ciudad de El Aaiún», agregan. También han sido destruidos inmuebles que albergaban ganado y aves de corral, fuentes de su sustento y chozas localizadas junto al mar.

Una campaña «acelerada e intensiva»

Desde el Polisario alertan de que este movimiento no es nuevo. La campaña «acelerada e intensiva» confiscar grandes áreas de tierras saharauis se ha intensificado desde la ruptura del alto el fuego en noviembre de 2020. Civiles saharauis han sido expulsados y desplazados de sus tierras de pastoreo y agrícolas y sus hogares ha resultado destruidos en varias áreas alrededor de las principales ciudades saharauis.

El objetivo de estas acciones, subraya comité saharaui, es «intimidar a la población saharaui para que acepte la ocupación y la política de colonización de Marruecos» de la ex provincia española. Una táctica que incluye «ataques contra manifestantes pacíficos, suspensión arbitraria de salarios, prohibición de reuniones y severas restricciones a la libertad de movimiento». Para Ghali, se trata de «una flagrante violación del Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra de 1949 y de los principios pertinentes del derecho internacional humanitario y del derecho internacional».

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