El jefe del Ejército israelí visita por primera vez el país magrebí en un contexto de creciente tensión entre Rabat y Argelia
Marruecos acoge por primera vez en visita oficial a un jefe del Ejército israelí. El general Aviv Kohavi, de 58 años, aterrizó en Rabat a última hora de la tarde del lunes y alargará su estancia oficial hasta el miércoles. El objetivo de la visita, según informó el Ejército israelí, es estrechar la cooperación con Marruecos, sin precisar más detalles sobre ventas de armas. Kohavi se entrevistará, entre otras autoridades, con el ministro marroquí encargado de la Administración de la Defensa, Abdelatif Loudiyi y con el inspector general de las Fuerzas Armadas Reales y comandante de la Zona Sur, el general El Farouk Belkheir.
La visita se produce en un contexto en el que Marruecos sostiene un conflicto armado de baja intensidad con el Frente Polisario, organización cuyo principal aliado y protector es Argelia. La tensión entre los dos países del Magreb alcanzó su punto más delicado en noviembre de 2021, cuando la presidencia argelina emitió un comunicado en el que anunció que tres civiles argelinos habían sido “cobardemente asesinados” mediante un “bombardeo bárbaro” cuando viajaban con sus camiones desde la capital mauritana, Nuakchot, a la ciudad argelina de Uargla. La presidencia argelina aseguró que “diversos factores” hacían pensar que la matanza había sido perpetrada por “las fuerzas de ocupación marroquíes en el Sáhara Occidental” mediante “un armamento sofisticado”. Detrás de ese armamento tan avanzado, según fuentes del Frente Polisario, estaba Israel.
El principal fabricante de drones del Estado hebreo, Industrias Aeroespaciales de Israel (IAI), fabrica los llamados drones suicidas Harop, un pequeño avión no tripulado con un radio de acción de más de 1.000 kilómetros, difícilmente detectable por los radares y capaz de transportar más de 20 kilos de carga explosiva. Esta empresa recibió de Marruecos en 2021, en pleno conflicto del Sáhara Occidental, 19,4 millones de euros, según difundió el diario Haaretz mediante el acceso a los dos informes trimestrales que el fabricante israelí facilitó a la Bolsa de Tel Aviv. El Estado marroquí mantiene un hermético silencio sobre estos asuntos.
Mientras tanto, en el Sáhara Occidental la tensión sigue latente. El Frente Polisario emitió el sábado un comunicado en el que afirmaba haber efectuado un “ataque masivo con misiles” contra varias localizaciones donde se encontraban tropas marroquíes, en el norte y sureste del Sáhara Occidental. Las autoridades marroquíes nunca se pronuncian sobre las acciones militares propias o de su enemigo en el Sáhara. Esta vez han optado también por el silencio, mientras continúan estrechando lazos con el Ejército israelí.
Marruecos comenzó a normalizar las relaciones con Israel en diciembre de 2020, un mes después de que el Frente Polisario considerase roto el alto el fuego que había mantenido con Marruecos desde 1991. Fue en ese invierno de 2020 cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, a cambio de que Rabat normalizara su relación con el Estado hebreo.
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