Argel, 09 de enero de 2022(SPS)-. La activista saharaui de derechos humanos, Sultana JAY-YA, pide el cese del asedio que le han impuesto durante 461 días las autoridades de ocupación marroquíes en su casa familiar de la ciudad ocupada de Bojador.
En declaraciones recogidas por la agencia argelina, APS, la icono de la resistencia saharaui dijo que «ella y su familia están bajo estricta vigilancia policial y tienen prohibido salir y visitar a su familia» y se les ha vetado el derecho a recibir tratamiento médico.
Sin agua, ni luz ni comunicación con el exterior, la activista saharaui y su familia continúan inhiestas a pesar de la represión, la tortura y los malos e inhumanos tratos y continúan izando la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el tejado de su casa para reafirmar el compromiso del pueblo saharaui con su derecho a la autodeterminación y la independencia
La activista saharaui pide protección para ella y para todos los saharauis en las ZZ.OO que siguen sufriendo diversas formas de tortura.
Varias organizaciones internacionales de derechos humanos han pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que proteja al activista saharaui y al pueblo saharaui de la agresión marroquí, mientras que el ocupante continúa con sus violaciones de los derechos humanos a la vista de la ONU, que permanece totalmente callada.
La activista saharaui hablando de su situación a medios informativos, dijo que desde 19 de noviembre de 2020, su casa se ha convertido en una prisión. “Desde entonces, yo y mi familia nos encontramos bajo arresto domiciliario”, afirma.
Desde la campaña internacional impulsada por organizaciones de derechos humanos a favor de la activista, las fuerzas de ocupación han desatado una fuerte guerra psicológica contra la familia. La activista saharaui ha dicho que su vida y la de su familia corren peligro y ha emplazado a la comunidad internacional para salvaguardar sus vidas y la protección de los ciudadanos saharauis en las ciudades ocupadas.
En ese sentido, en varias misivas al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, Sultana ha llamado su atención sobre la situación en las ciudades ocupadas. Una situación que la activista califica de alarmante y afirma que Marruecos ha militarizado las ciudades ocupadas.
Desde la ruptura del Alto el fuego, “Marruecos ha desatado una frenética campaña de represión, persecución y acoso a activistas de derechos humanos y sus familias. Secuestro, detención arbitraria, allanamientos de casas. Maltratos, vigilancia, arrestos, torturas y desapariciones. Restringe la libertad de movimiento de activistas y profesionales de los medios de comunicación, además del deterioro de las condiciones de los presos civiles saharauis en las cárceles marroquíes, advierte la activista saharaui.SPS/090/099