Por Mohamed Sidati, Ministro de Exteriores de la República Saharaui (RASD)
 
Bir Lehlu (ECS).- Hace apenas unos días, celebramos el Día de África, que marca el aniversario de la creación de la OUA (Organización de la Unidad Africana) el 25 de mayo de 1963.
 
En la misma semana, el 31 de mayo, se conmemoró el fallecimiento en 2016 de Mohamed Abdelaziz, entonces presidente de la RASD y secretario general del Frente POLISARIO.
 
Mohamed Abdelaziz fue un gran líder, pero, para mí, sobre todo, fue un hermano y un gran amigo. Nos conocimos antes de la creación del Frente Polisario y, desde entonces, mantuvimos una amistad inquebrantable.
 
Comparto el enorme dolor del pueblo saharaui y de sus amigos por la pérdida de este gran líder y compañero de lucha. Todos sabemos que fue un hombre excepcional, un luchador sin par, un revolucionario de fe inquebrantable que creía firmemente en el destino de los pueblos que luchan por su libertad.
 
Al tiempo que afianzaba la lucha del pueblo saharaui, apoyó firmemente la causa de la liberación de África. Mohamed Abdelaziz fue, en ese sentido, un panafricanista convencido, de la misma estirpe que héroes como Amílcar Cabral, cuyos escritos y acciones admiraba, o el líder y poeta Agostinho Neto, cuyos versos de Sagrada Esperanza le gustaba oírme citar durante nuestras campañas en el continente africano a favor del reconocimiento de la República Saharaui.
 
De hecho, fue Agostinho Neto quien, en 1978, durante la reunión de la OUA, preguntó por qué la RASD y su líder Mohamed Abdelaziz estaban ausentes del foro africano.
 
Mohamed Abdelaziz solía decir que a Kawame Nekrumah le robaron su sueño panafricano, a Patrice Lumumba, Amílcar Cabral y Thomas Sankara los asesinaron y que muchos más fueron eliminados de África con alevosía y traición por el neocolonialismo aún vigente. No dejaba de decir que la mejor manera de honrar su memoria era resistir y luchar.
 
Mohamed Abdelaziz supo establecer vínculos de profunda amistad y solidaridad con los líderes de los movimientos de liberación del sur del continente, como Oliver Tambo del CNA sudafricano y Sam Nujoma del SWAPO  de Namibia. Así, el Frente Polisario, bajo el mandato de Mohamed Abdelaziz, decidió poner simbólicamente a disposición del CNA y del SWAPO un importante lote de armas fabricadas por el régimen del apartheid sudafricano, arrebatadas al  ejército invasor marroquí y que habían sido utilizadas contra el pueblo saharaui. Esto ocurría mientras Nelson Mandela y muchos de sus compañeros de lucha padecían los rigores de las cárceles sudafricanas.
 
Cada vez más consciente del destino común del pueblo saharaui con los demás pueblos de África, realizó visitas de trabajo periódicas que le permitieron establecer sólidos vínculos con líderes como Julius Nyerere, Kenneth Kaunda, José Eduardo Dos Santos, Samora Machel y Thomas Sankara, que fue recibido triunfalmente en los campamentos de refugiados saharauis poco antes de ser cobardemente asesinado en su propio país, Burkina Faso. Sin olvidar a Nelson Mandela, que expresó su gratitud al presidente Mohamed Abdelaziz por el decidido compromiso del pueblo saharaui con el pueblo sudafricano en su lucha contra el apartheid.
 
Siguiendo los pasos de su gran compañero El Uali Mustafa Sayed, Mohamed Abdelaziz creía firmemente en un Magreb de los Pueblos, un concepto igualmente querido por el Presidente Houari Boumédiène, otro gran héroe de la unidad africana. Trabajó incansablemente para acercar la RASD a sus vecinos. Pero uno no elige a su vecino geográfico… y el expansionismo marroquí frustró este gran proyecto magrebí. Sin embargo, Mohamed Abdelaziz siguió creyendo en él a pesar de las circunstancias del momento.
 
Su fe en la unidad de África y en la liberación de sus pueblos se mantuvo inquebrantable. Fue uno de los primeros firmantes del Acta Constitutiva de la Unión Africana, culminación de un largo camino de reflexión y acción para sostener la dinámica del continente y desarrollar su futuro.
 
El planteamiento de Mohamed Abdelaziz parte de su firme convicción de que la primera de las libertades para los pueblos de África es la libertad de luchar; que el colonialismo y el neocolonialismo son una amenaza permanente para la existencia misma de nuestros países y que la ocupación ilegal del Sáhara Occidental es paradigmática en este sentido.
 
Su fe panafricana quedó plasmada cuando sus pares africanos lo designaron para pronunciar el discurso de clausura en la conmemoración del 25º aniversario de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1988. Pronunció un memorable alegato por la liberación de África, por la emancipación de sus pueblos y por la unidad que habían forjado en la lucha.
 
 
NOTA: Mohamed Sidati, Miembro del Secretariado Nacional del  Frente Polisario actual Ministro de Asuntos Exteriores Saharaui.