Mohamed VI, el rey de Marruecos, cumplió  hace poco un cuarto de siglo en el trono, ni más ni menos que 25 años. Y para celebrarlo el rey llevó a cabo su tradicional lavado de cara indultando a 2.476 condenados, entre ellos, tres periodistas. Una técnica muy eficaz para tratar de correr un tupido velo en una fecha que invita a recordar la represión a la que somete este líder a quienes discrepan con él.

Sin embargo, parece que Mohamed se olvidó de algunos por el camino. Marruecos sigue albergando en sus cárceles a más de 40 presos políticos saharauis. El dirigente tampoco ha perdonado al exministro Ziane, de 82 años, ni al líder rifeño Nasser Zefzafi. El periodista experto en el Magreb, Ignacio Cembrero, asegura que el rey ya está en conversaciones con los rifeños para excarcelar a varios de ellos y que la decisión probablemente se publique «en breve».

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