- Desde hace tres años y nueve meses, el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) se concentra los lunes delante del Ministerio de Asuntos Exteriores para que España actúe ante Marruecos por la libertad y los Derechos Humanos de los presos políticos saharauis.
Alfonso Lafarga.-
Un mes más ante el Ministerio de Asuntos Exteriores para reclamar a España que cumpla con su responsabilidad como potencia administradora del Sáhara Occidental y exija a Marruecos la libertad de los presos políticos saharauis y que se respete los Derechos Humanos de quienes un día considero españoles. Y van tres años y nueve meses… de silencio.
El Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) continúa con su concentración de los lunes en la Plaza de la Provincia de Madrid -de 12.30 a 13,30 h- para reclamar la atención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sobre los presos políticos saharauis, condenados en juicios irregulares, sin garantías y con confesiones obtenidas bajo tortura a penas de hasta cadena perpetua, según han denunciado observadores internacionales, la Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental (IAJUWS), Human Rights Watch o Amnistía Internacional, entre otras organizaciones , lo que desde Contramutis se recuerda con frecuencia.
Pero Sánchez y Albares continúan en permanente silencio en todo lo que se refiere al Sáhara Occidental, la que fue provincia española y se entregó, a Mauritania y Marruecos, país este último que ahora ocupa gran parte del territorio, con el respaldo del Gobierno de España desde marzo de 2022. Para Sánchez y Albares no existen los Derechos Humanos del pueblo saharaui, que son continuamente vulnerados por las autoridades marroquíes.
Albares no se pronuncia sobre los DDHH del pueblo saharaui, pero aprovecha cualquier ocasión para exhibir sus vínculos con Marruecos, como hizo el 26 de noviembre en el Foro Global de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, celebrado en Portugal, para reunirse con su homologo marroquí, Nasser Bourita, y hablar de “nuestras excelentes relaciones políticas”.
También, hace referencia a los conflictos internacionales, como dijo el 29 de noviembre en el VI Encuentro de Periodismo Iberoamericano: “La política exterior de España defiende lo mismo en Kiev, Gaza y Beirut: los principios de la Carta de NNUU, el Derecho Internacional Humanitario, la protección de civiles, el rechazo a guerras injustas. Ante todo: promueve la paz”. Pero sobre todo, nunca tiene palabras para el Sáhara Occidental ocupado, como le recriminó el senador del PNV Luke Uribe-Etxebarria en la manifestación del 16 de noviembre en Madrid por la autodeterminación del Sáhara Occidental y para exigir el cumplimiento de las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que invalidan los acuerdos comerciales entre Europa y Marruecos y dejan claro que el Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos.
En este mes de noviembre un detenido saharaui murió, presuntamente por torturas, en El Aaiún; un colaborador de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Alava falleció por el ataque de un dron marroquí; la policía marroquí atacó a un responsable de Equipe Media, la agencia de prensa saharaui que lucha contra el silencio informativo que impone el régimen marroquí; cuatro activistas de Noruega tuvieron que salir del Sáhara Occidental por la fuerza; las mujeres saharauis denunciaron la violencia que Marruecos ejerce contra ellas; se suceden los malos tratos y falta de atención médica a los presos…
Son algunos de los casos que han trascendido de los ocurridos en noviembre de 2024 en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos -territorio no autónomo pendiente de descolonización- y con los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes, según datos de ONG y medios de información saharauis y españoles, hechos que no existen para el presidente Pedro Sánchez y el ministro José Manuel Albares.
Aquí quedan reseñados en el siguiente resumen: