A las puertas de una reunión decisiva del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental, el diplomático saharaui Oubi Bouchraya El Bachir, embajador de la República Árabe Saharaui Democrática en Ginebra y ante las Naciones Unidas, y consejero especial del presidente Brahim Ghali, expone en una entrevista a La Patrie News una visión lúcida y sin concesiones sobre el bloqueo del proceso de paz, la complicidad europea y la deriva de algunos actores internacionales. Su diagnóstico es claro: Marruecos no tiene voluntad real de resolver el conflicto, y solo la presión internacional o el empuje interno del pueblo saharaui podrán forzar un cambio.
Fuente: La Patrie News, “Entretien/ Oubi Bouchraya, conseiller spécial du président Ghali : « Le Maroc n’est pas sérieux et n’est pas prêt à avancer vers une solution juste et définitive », 25/10/2025.
Europa y la legalidad vulnerada
Bouchraya comienza denunciando el nuevo acuerdo comercial firmado entre la Unión Europea y Marruecos, en vigor desde el 3 de octubre de 2025, que incluye ilegalmente el Sáhara Occidental. A su juicio, la Comisión Europea ha optado por servir los intereses políticos de Marruecos antes que acatar las decisiones del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
“La Comisión se preocupa más por los cálculos políticos y por servir la agenda de Marruecos que por el derecho europeo y las decisiones de la Corte”, afirma.
El diplomático describe un procedimiento opaco: Bruselas habría presionado a los Estados miembros, utilizando la fecha límite del 4 de octubre como amenaza, para que aprobaran el acuerdo sin debate público, recurriendo a una “aplicación provisional” que evitara pasar por el Parlamento Europeo. El resultado, denuncia, es un fraude jurídico que el Frente POLISARIO está dispuesto a impugnar nuevamente ante la justicia europea, que ya anuló acuerdos similares por violar el principio de consentimiento del pueblo saharaui.
“La vía está clara para presentar una nueva demanda. Estamos convencidos de que la justicia europea volverá a anular este acuerdo, como hizo con los anteriores”, subraya.
“Destruir la economía de la ocupación”
El diplomático recuerda que la soberanía sobre los recursos naturales es uno de los cuatro elementos fundamentales del derecho a la autodeterminación. Por eso, el presidente Brahim Ghali creó una comisión nacional especial sobre las riquezas naturales y las cuestiones jurídicas, encargada de coordinar acciones legales y políticas contra la explotación económica del territorio ocupado.
“El objetivo es destruir la economía de la ocupación y poner fin a la complicidad europea”, afirma con contundencia.
Bouchraya sostiene que Marruecos financia su ocupación con los recursos saharauis, especialmente los fosfatos, la pesca y la energía, implicando a empresas extranjeras en su estrategia de legitimación. Según sus datos, la UE importa del Sáhara Occidental productos valorados en unos 800 millones de euros anuales, dentro de acuerdos anulados por la justicia. El diplomático denuncia también la presencia de compañías europeas en Dajla o El Aaiún, y de aerolíneas como Ryanair o Transavia, que operan vuelos directos hacia territorios ocupados en violación del derecho europeo. “Estamos aplicando las decisiones judiciales sobre el terreno”, añade, recordando que numerosas empresas internacionales —como las australianas— ya han abandonado sus actividades en el Sáhara Occidental ocupado.
El Consejo de Seguridad, de árbitro a parte del problema
La entrevista aborda también el papel del Consejo de Seguridad de la ONU, cuya actuación Bouchraya juzga con dureza: “El paso de la pasividad a la complacencia con el discurso de la ‘autonomía’ ha convertido al Consejo, con el tiempo, de parte de la solución en parte del problema”.
El diplomático advierte contra la tendencia, impulsada por potencias occidentales, de sustituir la descolonización por una lectura política de conveniencia, centrada en la estabilidad regional y en el “realismo pragmático”.
Según afirma, las filtraciones del proyecto estadounidense confirman esta deriva: Washington intentaría imponer su visión de reconocimiento de la soberanía marroquí, lo que ni el derecho internacional ni las Naciones Unidas han reconocido nunca.
“Tememos caer en el juego que promueven algunas potencias influyentes: abandonar la misión de descolonización en favor de una legalización de la ocupación”, alerta.
El embajador saharaui reitera que el único marco legítimo es el de la autodeterminación, y recuerda que la propuesta del Frente POLISARIO de 2007 —actualizada y ampliada este mes ante la ONU— sigue siendo la única base jurídica y política válida para alcanzar una paz duradera. “Cualquier paso más hacia la adopción de la propuesta marroquí como única base equivaldría a declarar el fracaso del proceso y a poner en riesgo la estabilidad de toda la región”, advierte.
Autonomía: un marco prefijado e inaceptable
El representante saharaui desmonta la lógica del plan marroquí: “¿Cuál es el sentido de negociar si el marco y el resultado ya están fijados de antemano?”. El argumento es de fondo: el plan de autonomía decide la soberanía antes de que el pueblo se pronuncie. A su juicio, Marruecos no busca una solución, sino ganar tiempo y consolidar la ocupación mediante la estrategia del hecho consumado.
“Marruecos no es serio ni está dispuesto a avanzar hacia una solución justa y definitiva por su propia voluntad. Solo lo hará bajo presión internacional o por la resistencia interna saharaui”.
Su advertencia es también una crítica a la actitud del Consejo de Seguridad, cuya tibieza ha permitido al ocupante mantener su control durante décadas.
El intento de criminalización: una maniobra fallida
Sobre la campaña impulsada por el régimen marroquí para intentar catalogar al Frente POLISARIO como grupo terrorista, Bouchraya recuerda que se trata de una estrategia clásica del colonialismo contra los movimientos de liberación nacional, como el FLN argelino, el ANC sudafricano o la OLP palestina.
“Nuestros argumentos más sólidos son nuestra historia y nuestra doctrina militar: combatimos exclusivamente al ejército marroquí, y solo a él”.
El diplomático revela incluso que un borrador de resolución en el Congreso de EE. UU. habría condicionado esa clasificación a que el Frente aceptara la autonomía: “Este proyecto será abandonado automáticamente si el Frente Polisario acepta la propuesta marroquí”. Para Bouchraya, se trata de un chantaje político y de una muestra más de cómo algunos actores buscan imponer resultados predefinidos al margen del derecho internacional.
La situación interna en Marruecos y su reflejo
El representante saharaui vincula las recientes protestas en Marruecos con dos decisiones del régimen que han agravado el descontento popular: la normalización con Israel y la apuesta económica por el Mundial 2030 como estrategia de marketing interno. “Estos errores políticos y económicos han generado una profunda crisis social, especialmente entre los jóvenes”, apunta. Sin embargo, cree que el régimen marroquí tiene una larga experiencia en sofocar protestas y en desviar la atención del malestar ciudadano. Aun así, deja una reflexión significativa: cualquier avance en democracia y libertades en Marruecos beneficiará también a la causa saharaui, y viceversa.
“El régimen se alimenta de la ocupación del Sáhara Occidental y de la ideología de la ‘unidad territorial’ para mantener su control y reprimir las libertades”.
La conclusión: volver al derecho internacional
Bouchraya concluye su análisis con un mensaje directo al Consejo de Seguridad y al enviado de la ONU, Staffan de Mistura: “Esperamos que comprendan que la vía del derecho internacional, con sus señales claras y su destino definido, es más segura que los caminos oscuros y sinuosos”.
El diplomático compara la situación con el fracaso de los Acuerdos de Oslo en Palestina: tres décadas después, las concesiones y las ambigüedades solo han perpetuado la ocupación.
Para el representante saharaui, el Consejo de Seguridad tiene ahora la oportunidad —quizás la última— de recuperar el espíritu de la legalidad internacional y restablecer la confianza en el sistema multilateral.
La advertencia final de Oubi Bouchraya resume toda la entrevista y el momento político actual: “Marruecos no es serio, y no avanzará hacia una solución justa y definitiva por sí solo. Solo la firmeza de la ONU y la movilización internacional podrán abrir el camino hacia la autodeterminación del pueblo saharaui.”
PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»
