ECS. Madrid. | El representante del Frente Polisario en Naciones Unidas, Sidi Omar, confirmó ayer en un comunicado que el Reino de Marruecos es quién está obstruyendo hasta ahora el nombramiento de un nuevo enviado especial del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, así como presionando a ex emisarios para que renuncien y rechacen a cualquier candidato de nacionalidades específicas por temor a su neutralidad.
En un tajante comunicado publicado ayer, el diplomático saharaui expuso cronológicamente quien era la verdadera parte que estaba entorpeciendo el proceso para concluir el conflicto de forma pacífica. Los 4 enviados personales del Secretario General de la ONU que desfilaron por el expediente saharaui, recibieron todo tipo de trabas marroquíes hasta culminar con su forzada renuncia.
Así lo aclaró Omar, en una nota difundida a los medios internacionales:
…En este contexto, fue Marruecos quien saboteó los esfuerzos de mediación del exsecretario de Estado de Estados Unidos, James Baker III, quien fue nombrado primer Enviado Personal del Secretario General de la ONU (PESG) para el Sáhara Occidental en marzo de 1997, lo que llevó a su renuncia en junio de 2004. Las autoridades marroquíes mantuvieron la misma actitud obstruccionista hacia el embajador Christopher Ross (EE. UU.), quien fue designado como PESG para el Sáhara Occidental en enero de 2009. Incluso llegaron a declarar al embajador Ross como persona non grata en mayo de 2012 y le impidieron llevar a cabo su misión y viajar al Sáhara Occidental. Como resultado, finalmente renunció en abril de 2017.
Cuando el Secretario General logró nombrar al ex presidente alemán, Horst Köhler, en agosto de 2017 como su PESG para el Sáhara Occidental, seis años después de que las negociaciones directas entre las dos partes se habían estancado, el obstruccionismo de Marruecos convirtió los esfuerzos del presidente Köhler en una misión imposible que lo llevó a presentar su renuncia en mayo de 2019…
El comunicado del Frente Polisario viene después de la, más que dudable, posición marroquí de alentar a un nuevo enviado para el proceso de paz, declarada a través de su canciller. Esta posición dista mucho de la realidad y es contradictoria, ya que el mismo Marruecos niega llevar a cabo negociaciones directas con el POLISARIO e insiste en sentarse a negociar solo con Argelia.
Ciertamente, las recientes declaraciones de Marruecos »renovando sus deseos» a que el Secretario General de la ONU nombre con la mayor celeridad a un nuevo enviado para el Sáhara Occidental, carecen de la más mínima credibilidad teniendo en cuenta la decepcionante experiencia del conflicto saharaui en el ámbito diplomático, así como por otro lado su actual posición de aceptar negociaciones directas solo con Argelia. Como era de esperar dada la descarada actitud marroquí, el Frente Polisario ha calificado estas maniobras como »dilación» y »obstruccionismo», comentando al respecto que:
…Como ejemplo de su conducta engañosa, las autoridades marroquíes, que hicieron todo lo posible para obstaculizar los esfuerzos de la ONU para nombrar un nuevo PESG para el Sáhara Occidental tras la renuncia del presidente Köhler, ahora están hablando de boquilla sobre el compromiso con el proceso de paz, particularmente después de que el estado ocupante haya violado el alto el fuego de 1991 y torpedeado el proceso de paz el 13 de noviembre de 2020.
Sin embargo, a través de su dilación y obstruccionismo deliberado, el estado ocupante marroquí ha demostrado claramente que no tiene voluntad política para una solución justa y pacífica y que solo busca mantener el status quo mientras persiste en sus intentos de tener unilateralmente “un “Enviado personal, algo que es totalmente inaceptable…
Al concluir el comunicado, el Frente Polisario se centró en recalcar que el nombramiento de un nuevo enviado personal no es un fin sino un medio para alcanzar el objetivo final, que es la comisión de un referéndum de autodeterminación:
Para concluir, el Frente POLISARIO subraya que el nombramiento de un nuevo PESG para el Sáhara Occidental, que debe ser imparcial, independiente, competente para desempeñar su misión con integridad, no es un fin en sí mismo. Más bien, es solo un medio para hacer avanzar el proceso de paz hacia el logro de su objetivo final, a saber, el ejercicio por el pueblo saharaui de su derecho inalienable e innegociable a la libre determinación e independencia.