«No había vivido nada parecido». Así relata la odisea vivida Francisco Pérez Quiles, el propietario de la empresa exportadora que este miércoles debía abrir la aduana de Melilla después de que el Gobierno español aceptara las condiciones impuestas por Marruecos. Tras horas de inspecciones, los funcionarios marroquíes devolvieron la mercancía -1.400 kilos- a última hora de este miércoles. Una escena calcada se produjo en la aduana de Ceuta.
«Tiene toda la pinta de que algún fallo iban buscando», admite este empresario, dueño de una empresa familiar con un siglo de historia, en conversación con El Independiente. Durante toda la jornada, Pérez Quiles aguardó noticias de la aduana. «No sabemos cuál el motivo final por el que se devolvió la mercancía. Primero querían un camión cerrado. Se hizo el cambio. Luego pidieron que se quitara el menaje de cocina. Se quitó y hasta ahí sabemos. El furgón estuvo en Marruecos y se devolvió hacia las 9 de la noche en Melilla. El tercer motivo, el definitivo para su devolución, es desconocido«, señala.
Albares dice que «trabaja en la operatividad»
El Gobierno central no ha proporcionado información sobre las trabas y problemas alegados por Marruecos para el portazo en la que debía ser la primera jornada de desarrollo de la aduana de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018, y la de Ceuta, de nueva creación. «La comunicación de todo lo relacionado con aduana comercial es con el ministerio de Exteriores», señalan desde la delegación del Gobierno en Ceuta. Por su parte, el departamento que dirige José Manuel Albares se limita a decir, ante la consulta de El Independiente, que «España y Marruecos siguen trabajando en la operatividad de la primera fase del paso de sus aduanas en Ceuta y Melilla». «En esta fase, los equipos se centran en los aspectos técnicos y administrativos del proceso», agregan. Rechazan responder a la pregunta de cuáles son los motivos para la devolución de este miércoles.
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