El primer ministro de Portugal, António Costa, evita seguir los pasos de su homólogo español mientras trata de impulsar el comercio con Portugal. Tras seis años de impasse, el país vecino ha celebrado una Reunión de Alto Nivel con Marruecos en la que ha evitado decantarse por el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental a pesar de las presiones ejercidas por Rabat.

La declaración publicada en la página web del Ejecutivo luso evita cualquier mención al conflicto del Sáhara Occidental y se centra en la decisión de elevar el nivel de cooperación económica. En el contencioso saharaui, la reunión, celebrada este viernes en Lisboa, concluyó con un mensaje que no cumple la expectativas del reino alauí.

Al término de la reunión, Portugal reiteró su apoyo tanto al proceso liderado por Naciones Unidas, que reconoce el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, hacia una «solución política justa, duradera y mutuamente aceptable» como a la propuesta marroquí de autonomía para la ex colonia española.

Intento de disfrazar la posición lusa

Una calculada ambigüedad y un reconocimiento a la vía auspiciada por la ONU que no contenta a la diplomacia marroquí. En medios gubernamentales marroquíes, Rabat ha tratado de omitir el respaldo de Portugal al proceso en la ONU destacando únicamente su supuesto apoyo “a la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, considerándola como una propuesta realista, seria y creíble para una solución acordada en el marco de las Naciones Unidas”.

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