Por Sidi Maatala
Washington (ECS). – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó esta semana, para el año fiscal 2022, la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) que prevé en particular limitar la ayuda y la financiación militar concedida a Marruecos si el Reino no se compromete a «buscar una solución política mutuamente aceptable para el conflicto del Sáhara Occidental”, anunció la Casa Blanca.
La nueva restricción es parte del presupuesto de defensa de $ 770 mil millones del Pentágono.
Así, el presupuesto de defensa de los Estados Unidos para el año 2022 establece que los fondos puestos a disposición en virtud de esta ley no deben ser utilizados por el Secretario de Defensa para financiar la participación de las fuerzas marroquíes en los ejercicios multilaterales organizados por el Pentágono, a menos que el secretario de Defensa observa, en consulta con el jefe de la diplomacia estadounidense, que Marruecos está realmente comprometido con la búsqueda de una solución política en el Sáhara Occidental.
Si el texto permite al jefe del Pentágono derogar esta medida por consideraciones que deben estar vinculadas a los intereses de seguridad de los Estados Unidos, debe hacerlo en consulta con los dos comités de defensa en el Congreso, presentando una decisión por escrito justificando la renuncia a la aplicación de dicha disposición.
Esta medida se produce después de que «decenas» de congresistas pidieron a la administración Biden que revocara el reconocimiento del ex presidente estadounidense Donald Trump de la supuesta soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
El texto en cuestión representa un avance positivo, ya que permite al Congreso ejercer su discreción sobre esta exención, mientras que en una versión anterior del proyecto de presupuesto, esta facultad se le otorgó al Departamento de Estado.
En octubre, el Comité de Presupuesto del Senado de EE. UU. también aprobó un proyecto de ley que prohíbe el uso de fondos asignados al Sáhara Occidental, como ayuda de EE. UU. en la apertura de un consulado en la ciudad saharaui de Dajla ocupada, bloqueando así una de las promesas de ex el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Marruecos.
La provisión presupuestaria es la opuesta a la decisión de Donald Trump de reconocer la supuesta «soberanía» de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, y también reafirma la posición del Congreso de Estados Unidos, incluido el Senado, con respecto a este conflicto.
El ex inquilino de la Casa Blanca había prometido a raíz del acuerdo de normalización entre Marruecos y la entidad sionista la apertura de un consulado estadounidense en la ciudad ocupada de Dajla.
La administración Biden se ha comprometido a «apoyar» los esfuerzos del nuevo enviado personal del SG de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, para promover un futuro pacífico y próspero para el pueblo del Sáhara Occidental en particular y toda la región en general.