Los saharauis tienen un humor desbordante. Inesperado, a ojos occidentales. «¿De qué viven las ovejas del Sahara Occidental? De resoluciones de la ONU», bromea un inquilino de los campamentos de Tinduf. La risa resulta útil para contar verdades: dependen hasta el extremo de la caridad internacional.
Se toman con humor, quizá por no llorar, su dramático estado: llevan cuarenta años en suelo argelino a la espera de que los organismos internacionales medien en su guerra con Marruecos. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) pide recuperar su territorio invadido y volver a una tierra que sienten como prometida; un anhelo nacional.
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Utilidad del fosfato
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«El fosfato es un abono orgánico. Hoy, con toda la crisis alimentaria, se ha disparado su precio», estiman economistas saharauis que han acudido a Tifariti al XV Congreso Nacional.
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Leer artículo completo en el original: Sahara Occidental: El oro del Sáhara y el expolio de Marruecos | Diario Público