En los campos de refugiados de Tinduf, a veces la vida, como en el caso del bebé Chaiba, depende de poder salir del territorio para recibir tratamiento médico.
Vida en riesgo: bebé saharaui necesita trasplante de hígado con urgenciahttps://t.co/2seNo1mfuq
— Héctor Santorum 🇪🇭 (@HectorSantorum) June 12, 2024
Las primeras familias de refugiados saharauis llegaron a los campos de Tinduf, en el sur de Argelia, en la década de los 70, huyendo de los conflictos en el Sáhara Occidental tras la retirada de España y la invasión marroquí. A pesar de anticiparse una estancia temporal, llevan más de 48 años esperando un acuerdo político que les permita regresar.
Durante este tiempo, han enfrentado condiciones extremas, como altas temperaturas, escasez de lluvias y pocas oportunidades de sustento. La inflación, exacerbada por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, ha agravado la escasez de recursos y la dependencia de la ayuda humanitaria. La distribución de alimentos y el acceso al agua son insuficientes, afectando la nutrición y la salud de la población, especialmente niños y madres lactantes.
Se ha incrementado la dependencia de la ayuda humanitaria, con unos 175.000 refugiados viviendo en condiciones extremas en el desierto. La ayuda del Programa Mundial de Alimentos es crucial, los refugiados saharauis siguen enfrentando un futuro incierto, luchando diariamente por recursos básicos.
El Ministerio de Salud de la RASD informa que hay una lista de espera de aproximadamente 800 personas, incluyendo 11 niños con problemas cardíacos graves, quienes necesitan evacuación y tratamiento urgente. Este gran número de pacientes en espera se debe a las dificultades que están enfrentando los refugiados saharauis que se encuentran en los campamentos de Tinduf a la hora de recibir atención médica.
Un bebé al borde de la muerte
La familia del pequeño Chaiba Mohamed Lamin, nacido el 6 de noviembre de 2023, en los campamentos de refugiados saharauis sufre en primera persona la situación de desastre sanitario que se enfrenta en los campos de refugiados. Desesperados, han interpelado a la comunidad internacional y a todas las personas para obtener la ayuda necesaria para salvar la vida de su hijo.
Chaiba sufre de una grave condición médica, el síndrome de colestasis hepática debido a atresia de las vías biliares. Desde su nacimiento, ha presentado síntomas alarmantes; orina oscura y una ictericia generalizada que ha empeorado con el tiempo. Los médicos de Argel han determinado que su estado es de urgencia vital, y necesita una evacuación inmediata a un centro de pediatría especializado para someterse a un trasplante hepático.
Los informes médicos detallan una situación extremadamente delicada: Chaiba padece de hepatomegalia, con el hígado significativamente aumentado y de consistencia dura a la palpación. Su diagnóstico se complica por la presencia de hepatoesplenomegalia y niveles muy altos de bilirrubina directa. Todo esto confirma la necesidad de un tratamiento especializado que no está disponible en su región actual.
La familia de Chaiba sabe que la vida de su hijo depende de la solidaridad, y agradecen cualquier apoyo, ya sea a través de contactos con instituciones médicas internacionales o visibilizando la situación, pues consideran que podría salvar la vida de su bebé y la de otros niños en situaciones similares. El colectivo Juventud Activa Saharaui, ha difundido el llamado urgente de esta familia, facilitando el contacto con los padres de Chaiba de aquellas personas que les quieran ayudar.