ECS./Ecofin. | En los Estados Unidos, la posición de la nueva administración Biden sobre el Sáhara Occidental plantea muchas preguntas a quienes siguen la política exterior estadounidense en esta región de África. De hecho, en una rueda de prensa de la diplomacia estadounidense el pasado jueves 1 de julio , la cuestión surgió dos veces entre los periodistas, que cuestionaron la posición estadounidense sobre el tema.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos mantenía el reconocimiento de Marruecos en esta región, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, respondió: “Esta sigue siendo la posición de la administración. (…) No ha habido cambios.» Añadiendo que la acción diplomática estadounidense por el momento consiste en el apoyo a «un proceso político creíble dirigido por las Naciones Unidas para estabilizar la situación y garantizar el cese de las hostilidades.«
Recordemos que el Sáhara Occidental es considerado como territorio no autónomo por las Naciones Unidas, y ha sido disputado durante varias décadas entre Marruecos, potencia ocupante, y las Fuerzas del Frente Polisario, que reclaman la plena autonomía (descolonización) de la región.
En diciembre de 2020, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la supuesta soberanía marroquí sobre el territorio saharaui, al margen del proceso de paz liderado por Naciones Unidas. Si esta decisión ha fortalecido los lazos entre Rabat, Washington y el Estado de Israel de Benjamin Netanyahu, ahora debe encuadrarse en el contexto de cambios de gobierno, no solo en Estados Unidos sino también en Israel.
Además, la falta de una posición clara de la administración Biden puede causar suficiente preocupación en Argelia, apoyo del Frente Polisario, para fortalecer sus relaciones con China y Rusia. Así, según Fair Observer, Argelia podría profundizar sus relaciones con Moscú y Pekín, especialmente en el ámbito de la seguridad y la cooperación económica.
La fuerte inestabilidad en esta zona podría afectar a toda la región sahelo-sahariana y el África occidental. El año pasado, poco antes del reconocimiento estadounidense, estallaron de nuevo los enfrentamientos armados entre Marruecos y el Frente Polisario. Estos actos de violencia fueron «lamentados» por la Comisión de la Unión Africana , que pidió a las Naciones Unidas que «aceleren el proceso de nombramiento de su Enviado Especial» en este área.