Por Mah Iahdih Nan – OPINIÓN
Madrid (ECS). – Según el ex ministro y actual Eurodiputado socialista, Juan Fernández López Aguilar, las relaciones de España con Marruecos deben basarse básicamente en la sumisión, el servilismo y la subordinación o por lo menos esto es lo que se desprende de su declaración a un medio de prensa. Según Aguilar, si tu vecino es molesto, irritante e incómodo sólo te queda atragantarte sapos y culebras, no queda otra alternativa. Al Sr. Aguilar, le debieron enseñar en su infancia que con este tipo de vecinos sinvergüenzas e impertinentes la única autodefensa es ceder, someterse y obedecer las órdenes.
Para Aguilar los conceptos de respeto, honor, dignidad y relaciones recíprocas y de entendimiento mutuo no existen, son conceptos abstractos que no entran ni en su lenguaje ni en su forma de entender y practicar la política. Cuando Aguilar habla de tragar sapos, viene a trasladarle a los españoles que se olviden de su orgullo y que sus opciones se limitan a la cesión al chantaje y a la agresión continúa que practica el régimen marroquí.
Las contradicciones de López Aguilar son descomunales; mezcla «tragar saliva y sapos» con un concepto totalmente contrario que es «el respeto mutuo», ¿Se puede mantener relaciones cordiales y a la vez estar obligado a tragar sapos?, es evidente que No, aunque López Aguilar vea compatible la pistola en la sien con la sonrisa de oreja a oreja.
Al obsceno discurso de López Aguilar se sumaron Sánchez y Albares con un lenguaje diferente pero con idéntica forma de ver y entender las relaciones de vecindad con Marruecos. Estos Pseudosocialistas están convirtiendo al Estado español en un protectorado político de una autocracia monárquica feudal como Marruecos.
España debe corregir rápidamente su errática y sumisa política exterior o sus posiciones como potencia del sur de Europa se verán gravemente dañadas en detrimento de actores secundarios en la región.
La miope y cortoplacista política de Sánchez y Albares y la nueva hornada de nuevos socialistas más cercanos al neoliberalismo que al socialismo está abocando al gobierno de España y al partido Socialista a tomar decisiones con resultados efímeros y fugaces, que a medio y largo plazo son perjudiciales y negativos para los intereses de España.
Nadie en su sano juicio, que mínimamente conoce la política del Majzen Marroquí, se cree que este pondrá freno definitivo a la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, el integrismo islamista, o a los asuntos de Ceuta Melilla y las Islas Canarias.
Sánchez ha apostado fuerte por complacer los caprichos de la monarquía feudal marroquí a cambio de medidas sintéticas e instantáneas que se esfuman ante cualquier imprevisto o encontronazo. Ha preferido la política inestable y del cambalache a la política de las relaciones serias y bilaterales basadas en el compromiso, la reciprocidad y la honestidad.
Desde la llegada de Albares a la cartera de Exteriores y la intromisión del clan Zapatero, la política exterior, ha estado marcada por las decisiones perecederas, esporádicas y sin ningún beneficio para los intereses de España.
La próxima cumbre hispano-marroquí (RAN) corrobora está política equivocada, desorientada y fracasada.
Origen: Sánchez, Albares, López Aguilar y el atracón de sapos y culebras