La activista saharaui fue homenajeada este sábado en la Casa Sindical de Xixón.
Una mujer sola con una bandera ha mostrado más poderío que miles de militares marroquís de la ocupación ilegal del Sahara, y ha podido esta vez llegar a Asturias, pese a tres vuelos retrasados, y cuando la actividad (de más de cinco horas) del aniversario del “día de la Unidad Nacional Saharaui”, había ya pasado de su ecuador.
En los folletos entregados a los asistentes a la Casa Sindical de Xixón se dice que “El día de la Unidad Nacional Saharaui es la madre de todas las victorias”. Y al recordarlo y celebrarlo hoy, tanto el responsable para la diáspora europea, como la poetisa Fatma Dalia, como el presidente de la Comunidad saharaui residente en Asturias-COSARA, Mohamed, como el que fuera delegado saharaui en Asturias Bachir, se ha valorado como un momento que va desde punto débil, y a la vez de fortaleza.
Punto de debilidad porque en 1975 tanto Marruecos como España habían creado dos partidos a su medida. A su medida de colonización y/o ocupación indebida. Tratando de quebrar la unidad saharaui. No lo lograron porque aquel 12 de octubre de hace 49 años la unidad saharaui (percatándose ya de que el gobierno franquista no tenía intención de descolonizar el Sahara y de propiciar la independencia) se expresaba en el Frente Polisario.
En tal sentido Bachir leyó el documento que los notables saharauis de la época entregaron al gobierno español rechazando la anexión, avisando de la invasión prevista, auspiciando que el deseo de independencia saharaui se hiciera cumplir.
La jornada fue de celebración, pero también de demostración de fuerza del pueblo saharaui, superando los silencios mediáticos, juntando muchas familias con sus dinámicos retoños, cantando, bailando y defendiendo la cultura propia. En la primera parte, además, la abogada Gemma Arbesú, del Observatorio Asturiano para los DDHH en el Sahara, analizó y valoró la reciente sentencia europea que deja en papel mojado y en la ilegalidad los acuerdos entre Marruecos y la UE que afectan a costas y territorios del Sahara. Tal sentencia, tras la cual el Polisario ya se ha reunido con organizaciones agrarias españolas para convenir acuerdos directos, determina que el Frente Polisario es el representante único del pueblo del Sahara y que cualquier negocio en aquel territorio con el Polisario tiene que acordarse.
La jornada fue de celebración, pero también de demostración de fuerza del pueblo saharaui
El abogado Gonzalo Olmos, de Amnistía Internacional, compartió las preocupaciones, denuncias y seguimiento de variados presos saharauis, y las condiciones inhumanas de su prisión. El representante del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, Miguel San Miguel, puso en paralelo la situación de la ocupación ilegal de Palestina, y las solidaridades con los dos pueblos y tocó al saxo, rodeado de niñas y niños en el escenario, la nana vasca aurtxo polita.
Esther González Debén, presidenta de la Asociación La Ciudadana de Oviedo esperaba hasta la llegada de Sultana Jaya para hacerle entrega a la activista saharaui del galardón concedido en 2021, pero que hasta el presente no había podido ser entregado. El artista Ánxel Nava explicó la figura: dos caras, dos culturas, una relación fraterna.
Sultana felicitó a la diáspora saharaui porque “la unidad hace la fuerza”, saludó a los combatientes saharauis, a los mártires, a las mujeres, a las madres de los territorios ocupados y de los campamentos de refugiados. Dijo que representa a todas las que fueron violadas, humilladas, torturadas y encarceladas, pero que no han claudicado para conseguir la independencia. También tuvo palabras solidarias con las mujeres palestinas: dos pueblos luchando, uno por 76 años ya, el otro llegando a los 50. La solidaridad es la que mantiene la antorcha de las luchas. Y antes de los bailes saharauis, del ritmo del Senegal, y las demás canciones, Fatma Galia compartía uno de sus poemas: Aires de Libertad.