La crueldad de los países ocupantes, de sus dirigentes y de sus esbirros es aceptada sin indignación por muchos. Aterra el genocidio de Gaza. Vemos que nadie lo para. No hay suficiente reacción. No se entiende que la condición humana y la política sean capaces de encajar lo inasumible. Nadie puede zafarse de su responsabilidad:...